El Senado chileno despachó a ley el Proyecto de Acuerdo Internacional que aprueba el “Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares”, que fuera adoptado en Nueva York en julio de 2017. Dicho tratado señala la “preocupación por las consecuencias humanitarias y medioambientales catastróficas que provocaría el uso deliberado o accidental de este tipo de armas nucleares”.

Es una iniciativa internacional que establece el compromiso de los países para que nunca y bajo ninguna circunstancias se adopten medidas tendientes a desarrollar, ensayar, producir, fabricar, adquirir de cualquier otro modo, poseer o almacenar, transferir, recibir, usar o amenazar con su uso, armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares. La iniciativa imposibilita el asistir, inducir o estimular a terceros a realizar las actividades que les están prohibidas, o buscar y recibir asistencia con el mismo fin, fijando un mecanismo especial para abordar los casos de Estados que poseen u hospeden armas nucleares en sus territorios.

Por otro lado, establece que se deberá proporcionar adecuadamente asistencia a las personas afectadas por el uso o el ensayo de armas nucleares bajo su jurisdicción; y adoptará las medidas necesarias y adecuadas para la restauración del medio ambiente, de aquellas zonas bajo su jurisdicción o control contaminadas como consecuencia de actividades relacionadas con el ensayo o el uso de armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares.

Este Tratado, impulsado desde las organizaciones de base coordinadas internacionalmente por ICAN Campaña Internacional para abolir las Armas Nucleares -merecedor por lo mismo del Premio Nobel de la Paz que le fuera otorgado en 2017- ha sido ya firmado por 86 países, de los cuales 54 lo han ratificado, por lo que ha podido entrar en vigencia.

Al convertirse en Ley en Chile, el país podrá formar parte de la convención fundante de este tratado a partir del primer trimestre del próximo año.