Una Carta Abierta a la Comunidad Internacional

Nosotros, Judíos Israelíes, nos oponemos a las acciones del gobierno israelí y por la presente declaramos nuestro compromiso a actuar contra ellas. Rehusamos aceptar el régimen supremacista-Judío y hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga inmediatamente en defensa de los Palestinos de Gaza, Cisjordania, Jerusalén, Galilea, el Negev, Lod, Jaffa, Ramleh, Haifa y toda la Palestina histórica.

La supremacía judía es la piedra angular del régimen israelí, y su objetivo constante es anular y aniquilar al pueblo palestino, su historia y su identidad nacional. Este objetivo se manifiesta en los actos continuados de limpieza étnica por medio de desalojos y demoliciones de casas, brutal ocupación militar, denegación de derechos civiles y derechos humanos, y la legislación de una serie de leyes racistas que culminan en la Ley Fundamental del estado-nación que especifica la naturaleza del Estado de Israel como “el estado-nación del pueblo judío”, y únicamente de ellos.

Todo lo que antecede forma efectivamente un régimen de Apartheid, creando áreas similares a Bantustanes y Ghettos para las comunidades nativas palestinas. Creemos que el Sionismo es un principio no ético de gobierno que conduce inherentemente a un régimen racista de Apartheid que ha estado cometiendo crímenes de guerra y denegando los derechos humanos básicos a los palestinos por más de siete décadas. Tales crímenes y violaciones incluyen: la destrucción de cientos de ciudades y pueblos y la expulsión de 750.000 palestinos en 1948, junto con la activación preventiva de retorno de los refugiados; la sistemática expropiación de las tierras palestinas y transferir su propiedad bajo el auspicio del estado; la ocupación de Cisjordania, la Franja de Gaza y los Altos de Golán y la aplicación de un régimen militar colonizador que se aplica a todos los millones de palestinos; la anexión gradual de los territorios ocupados en 1967 por ingeniería demográfica violenta; el asedio en curso de la Franja de Gaza y las persistentes masacres de la población de Gaza por la Fuerza Aérea Israelí; la persecución política de los palestinos por toda Palestina y la persistente incitación contra los líderes políticos y la sociedad en general; Todas estas atrocidades tienen lugar debido a la impunidad que se le concede a Israel por parte de la comunidad internacional y especialmente de los Estados Unidos.

En las recientes semanas, el gobierno israelí ha hecho una escalada en sus intentos de arrebatar viviendas palestinas en Jerusalén Este (especialmente en el barrio de Sheikh Jarrah) y establecer en esas casas a colonos israelíes para completar así la Judaización de la ciudad que empezó en 1967. Durante el mes de Ramadán, las fuerzas israelíes intensificaron su ataque violento al Complejo de la Mezquita de Al Aqsa, mientras daban luz verde a los colonos para vandalizar y herir físicamente a los palestinos de Cisjordania, Jerusalén y por todos los territorios de la Palestina del ’48. Las turbas de colonos están actuando bajo los auspicios y en coordinación con la policía israelí. Los medios de comunicación israelíes están tomando parte en la incitación desquiciada contra los ciudadanos árabes de Israel. Como resultado, las turbas judías están quedando en la impunidad por su violencia, mientras cientos de ciudadanos palestinos de Israel son arrestados por proteger sus viviendas y comunidades, o simplemente por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada.

Mientras escribimos esta declaración, Israel está cometiendo de nuevo otra masacre en el gueto de Gaza. Israel ha declinado varias ofertas de terceras partes para negociar un acuerdo de alto el fuego con los oficiales de Hamas, y ha continuado bombardeando barrios de Gaza. El asedio inhumano sobre unos dos millones de personas continúa.

Como individuos que pertenecemos al lado del opresor, que ha tratado durante años de cambiar la opinión púbica en Israel para cambiar los fundamentos del régimen actual, hace tiempo que llegamos a la conclusión que es imposible cambiar el régimen supremacista judío sin intervención externa.

Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que intervengan inmediatamente para parar las actuales agresiones de Israel y adoptar las demandas del movimiento palestino de boicot, desinversión y sanciones; trabajar hacia la actualización del Derecho al Retorno palestino y hacer una justicia histórica; alcanzar una solución justa y democrática para todos, basada en la descolonización de la región y fundar un Estado para todos sus ciudadanos.

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