Bajo el nombre Golpe de Estado: Cartografía de la impunidad, fue presentado este jueves 15 de octubre un mapa interactivo de vulneración de Derechos Humanos en Bolivia.

El trabajo detalla y describe casos presentados por organismos nacionales e internacionales, de manera gráfica y en distintas locaciones geográficas, de las vulneraciones y crímenes contra los derechos humanos en Bolivia, que van desde la violencia en masa, denegación de justicia, persecución política, racismo y discriminación, violencia sexual, violencia contra infraestructuras y crímenes de lesa humanidad.

En 2019, después de las elecciones presidenciales, la convulsión social se apoderó del país, en medio de un clima enrarecido de acusaciones de fraude. El gobierno en ejercicio había aceptado una auditoría de la OEA, organización que actuó de manera injerencista, alentando el golpe. Mientras tanto, los enfrentamientos sociales se agudizaron. El motín policial y la insubordinación del ejército derivó finalmente en la renuncia de Evo Morales como presidente
constitucional.

Simultáneamente organismos para estatales raptaron, torturaron y con violencia dirigida, consiguieron que políticos y empleados del Estado renunciaran masivamente posibilitando la autoproclamación de Jeanine Añez (senadora de un partido opositor con 4% de apoyo electoral) como presidente de transición del Estado Plurinacional de Bolivia.

Se estableció entonces un nuevo orden público, en el que se liberó de responsabilidad penal y civil a militares y policía mediante un Decreto Supremo. Los atropellos de los cuerpos armados fueron entonces pasados por alto por el gobierno de facto y la justicia, más ocupada desde el golpe en fraguar causas contra militantes y ex funcionarios del gobierno de Evo Morales, que de detener el acoso y los ataques vengativos de bandas mandatadas por el régimen de facto.

Los atropellos que comenzaron en noviembre de 2019 y continúan hasta la fecha, se encuentran teñidos por violencia sistemática hacia sectores populares, contestatarios al gobierno transitorio, que exhibió características similares a las dictaduras vividas en Bolivia durante el siglo pasado.

La violencia fue cometida no sólo por  grupos organizados de manera parapolicial sino ejercida sistemáticamente por las fuerzas represivas del poder ejecutivo, lo que desembocó en una masiva violación de derechos humanos.

La presentación fue organizada por el Comité de Solidaridad con los Pueblos Latinoamericanos, la Mesa de Trabajo por los DDHH y contó con el activo acompañaniemto de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, y sindicatos como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA).

Otros nucleamientos comprometidos en las labores de organización y promoción fueron la agrupación Juana Azurduy de Växjö de Suecia, el Consejo Pro Bolivia Europa, el Consejo Pro Bolivia (Francia), la Asamblea de Ciudadanos Argentinos en Francia (ACAF), Wiphala France, Colectivo Wiphala (México, España, Argentina y Bolivia), como así también Bolivia Solidarity Campaign (Reino Unido), Kallpa Comunitaria Bolivia, Campaña por la Liberación de los 7 Asiladxs, Casa Nuestra América (Argentina), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. (Argentina), el Centro de Estudios Humanistas de Córdoba, H.I.J.O.S México, Francia y Argentina.

Acompañaron el evento las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nair Amuedo y María Adela Antokoletz.

El esfuerzo de las organizaciones en la elaboración del presente mapa, surge por un llamado de justicia a favor de las víctimas y el clamor por Memoria, Verdad, Justicia y Reparación del daño y contra la impunidad de crímenes perpetrados por el Golpe de Estado que fracturó el orden constitucional.

El mapa, señalaron los autores, no es una producción terminada, es un producto en construcción porque la vulneración de derechos humanos en Bolivia continúa a la fecha.

Participaron en las exposiciones Wilder Pérez Mendizábal, activista humanista boliviano, abogado y ex funcionario del Gobierno de Evo Morales. El hoy asilado político en Córdoba, miembro del
Centro de Estudios Humanista de Córdoba y del Comité de Solidaridad con los Pueblos Latinoamericanos discurrió sobre los contextos jurídico-políticos y agradeció la solidaridad permanente puesta de manifiesto en la labor del Comité.

Por su parte, Conny Henrichmann, traductora y también integrante del Movimiento Humanista, explicó los pormenores de la confección del mapa, señalando las diversas categorías y listando un gran número de fuentes. La intención es construir un «megaarchivo», para que los hechos no caigan en el olvido ni sean silenciados, señaló.

Silvano Arancibia Colque, habló desde su tierra natal, Chimoré (Cochabamba), testimoniando las amenazas sufridas por su familia por parte de integrantes de grupos de choque.

Asimismo, el abogado con muchos años de servicio en Derechos Humanos en instituciones del Estado, puntualizó en el hecho de haber iniciado, en pleno proceso golpista, una demanda contra uno de los líderes de estas bandas, la que posteriormente logró una disminución de las agresiones.

Tomó a continuación la palabra el Secretario General de ATE Capital Daniel Catalano, también Secretario Adjunto de la Central de Trabajadores Argentinos.

Remitió a lo experimentado en Bolivia en ocasión del viaje de la misión de Derechos Humanos cuyo objeto fue recabar testimonios de víctimas y familiares.

A continuación Martin Fresneda, actualmente Director del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación Argentina, se solidarizó con la causa, destacando la importancia de herramientas como el mapa presentado para los procesos de Verdad que necesariamente deben transitar países en los que se violentan los derechos humanos.

Enfatizó en la postura de Estado tomada por el gobierno presidido por Alberto Fernández, al abrir las puertas para preservar la vida del perseguido presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma.

Posteriormente habló Claudio Orosz, abogado especialista en Derechos Humanos y patrocinante de los Juicios de Lesa Humanidad contra la última dictadura militar.

Se refirió a la situación jurídica de la causa iniciada en el Juzgado Federal de Córdoba contra el gobierno de Añez en virtud del principio de Jurisdicción Universal y resaltó la inacción de los miembros del poder judicial, que podrían habernos ahorrado muchas víctimas ayer y ahora. También señaló el doble estándar con las que se movió la OEA y su secretario Almagro, atacando entonces las elecciones que ganó limpiamente Evo y callando luego frente al golpe «atípico», pero golpe al fin, que instaló a un gobierno de facto.

La periodista y escritora Stella Calloni se refirió a la situación geopolítica como el intento de recolonización de América Latina y el Caribe por parte de los Estados Unidos de América y enfatizó en la directa responsabilidad de Washington en el golpe contra el Proceso de Cambio.

En este marco alertó a estar atentos sobre la posibilidad de fraude o de un nuevo golpe de la derecha, que no está dispuesta a entregar al poder por órdenes del Norte.

Como integrante de la Comisión Provincial de la Memoria de Córdoba y Presidente de Familiares de detenidos desaparecidos de Córdoba, Gustavo Tissera se refirió al ejemplo inigualable  que dio el pueblo boliviano durante catorce años al reconocer a las naciones originarias instalando un Estado Plurinacional. Ejemplo que debemos seguir en toda Latinoamérica.

Recalcó seguidamente la responsabilidad del gobierno de facto por la existencia de paramilitares y parapoliciales. Por último envió un abrazo al pueblo hermano, exhortándolos «a hacer valer su voto, su voz y su voluntad.

También tomó la palabra Melody Moro, hermana del periodista argentino Sebastián Moro, que fue asesinado en Bolivia por ser el primero que denunció la inminencia de un golpe. Reclamó, desde su dolor familiar, no solo por verdad y justicia por su hermano, sino por todas las víctimas del golpismo en Bolivia.

Cerró las intervenciones María Adela Antokoletz, hija de una de las históricas fundadoras de Madres de Plaza de Mayo María Adela Gard. En sus cálidas palabras expresó la comprensión ganada desde la distancia de lo que significa la Patria Grande. «Que ser argentina, es ser latinoamericana», concluyó.