Por Doris Balvín (1)

Desde la Asamblea por el Clima en el Perú también se viene preparando el día global de la acción climática para este 25 de setiembre – 25S. Diversas organizaciones como es el caso del Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático vienen invitando a participar en esta acción global por el clima mostrándonos la necesidad de conservar los bosques amazónicos como lo refieren en un spot radial.

Hacen referencia a que a pesar de que Perú es un país Amazónico y tiene uno de los bosques más extensos a nivel mundial pierde cada año más de 150,000 hectáreas de bosque lo que equivaldría a 30,000 estadios nacionales. Esta deforestación estaría vinculada a la explotación de petróleo y gas, a construcción de carreteras y a actividades como minería, la tala y la expansión agrícola.

Precisan además que la vida de los pueblos indígenas se ve amenazada dichas actividades así como golpeada por la crisis sanitaria, la crisis climática, los proyectos de reactivación económica impulsados por el gobierno y lo que aún es más grave por el asesinato de sus defensores ambientales. El MOCICC llama a sumarse a la huelga mundial por el clima este 25S.

Lo que refiere el MOCICC es muy cierto pero los científicos van aún más lejos refieren que el bosque húmedo amazónico tiene un valor incalculable para el planeta y que en tal sentido los países de la región amazónica tenemos la responsabilidad de protegerlo. Particularmente el científico Antonio Donato Nobre1 nos cuenta que el bosque amazónico guarda cinco misterios:

  1. La capacidad que este tiene de mantener húmedo el aire en movimiento, lo que permite llevar lluvia a áreas continentales alejadas de los océanos y que los árboles llevan grandes volúmenes de agua del suelo a la atmósfera, a través de la transpiración.
  2. La formación de lluvias abundantes en aire limpio. Los árboles emiten sustancias volátiles, precursoras de “Semillas” que ayudan en la condensación del vapor del agua, cuya eficiencia en la nucleación de las nubes resulta en lluvias abundantes y benignas.
  3. La capacidad de supervivencia de la selva amazónica ante los cataclismos climáticos y su formidable capacidad de mantener un ciclo hidrológico benéfico, incluso en condiciones externas desfavorables. Esta “bomba biótica” es decir la transpiración abundante de los árboles, y una condensación muy potente en la formación de nubes y lluvias –mayor que en los océanos contiguos –, lleva a una disminución de la presión atmosférica sobre el bosque, que aspira el aire húmedo del océano hacia dentro del continente, garantizando las lluvias en cualquier circunstancia.
  4. El bosque amazónico no sólo mantiene el aire húmedo para sí mismo, sino que exporta ríos aéreos de vapor que transportan el agua necesaria para las abundantes lluvias que irrigan regiones distantes en el verano hemisférico; lo que explica por qué la porción meridional de América del Sur, al este de los de los Andes, no es desértica.
  5. El bosque es el motivo por el cual la región amazónica y los océanos próximos no se enfrentan a fenómenos atmosféricos como huracanes y extremos climáticos.

Estos cinco misterios, nos dice Nobre, hacen de la selva amazónica, un majestuoso Océano Verde, el mejor y más valioso socio de todas las actividades humanas que requieren lluvia en una medida adecuada, un clima amigo y nos protege de los eventos extremos.

Toca entonces revalorar el papel que juega el bosque amazónico en nuestras vidas y en tal sentido nos toca protegerlo.

¡Desde donde te encuentres te invitamos a sumarte a la Acción global por el clima este 25 de setiembre!

 

 

(1) Investigadora senior del Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización, Lima Perú, especialista en ecología social.

(2) Nobre, Antonio Donato, 2014, “El Futuro Climático de la Amazonía: Informe de Evaluación Científica” São José dos Campos – SP Edición ARA, CCST-INPE e INPA.