Queremos construir una fuerza femenina grande y visible que cuente en las decisiones y elecciones de quienes gobiernan nuestro país. Realmente queremos gobernarlo.  Por eso queremos ser un millón de mujeres.
Las mujeres son más de la mitad de los ciudadanos italianos, potencialmente tienen una fuerza inmensa y están cansadas de ser tratadas como una minoría o como personas frágiles para  ayudar y proteger, entre otras cosas porque son las mujeres quienes siempre han ayudado y protegido.  Y lo hacen mejor.
Queremos cambiar este país en sus formas y modalidades.  Demasiada violencia, demasiada agresión, demasiado individualismo, demasiados malos ejemplos.  No nos gusta el país de la empresa, no nos gusta la escuela de la empresa.  El beneficio económico no puede ser un valor, ni el único fin.
Una mujer que hace las compras por la mañana y elige un producto en lugar de otro, “construye” el mercado.  Sí, el mercado del que se habla mucho, lo que preocupa a todos.  El gasto diario representa el 70% de la economía del país y está en nuestras manos.  Los mil millones que se almacenan en los bancos como «ahorros familiares» los hicimos con nuestro trabajo. No uno, doble o triple: en nuestros empleos, en la casa y en el cuidado familiar. No debemos olvidarlo.  Somos muy fuertes, el mayor riesgo es no saberlo.
Cambiar un país es un proceso largo, pero esto no debería asustarnos.  Cada sociedad tiene sus propios principios de ordenamiento, hasta ahora han sido fuerza, poder y dinero.  Pero nos parece que se ha alcanzado un límite, un límite para el aire limpio, para el agua potable, un límite de venenos.  Demasiada pobreza, demasiada indiferencia; queremos un mundo donde la pobreza cause escándalo.
Queremos cambiar los principios de ordenamiento.  Atención, cuidado y compasión, estos son los principios que ordenan la civilización de las mujeres que ha sido paralela a la civilización de los hombres a lo largo de la historia y que ha permitido la supervivencia de la humanidad. Que los hombres escuchen.
La atención, el cuidado y la compasión son los criterios que pueden cambiar todo: la forma de hacer política, la forma de cuidar, la forma de estudiar y aprender, la forma de enseñar, la forma de hacer justicia, mirar el mundo y organizarlo.
Queremos pensar y estudiar juntos los cambios necesarios, si somos muchas los impondremos.  Para esto debemos ser un millón de mujeres, o dos, o tres…
“Dalla Stessa Parte” es una acción política, cada mujer que participa es protagonista.  Si te unes, buscá la adhesión de otras mujeres y que estas otras busquen a otras, no debemos detenernos.  En los momentos de reunión nos diremos el país que queremos. Para hacerlo, no solo soñarlo.
Dalla Stessa Parte quiere formar parte de una red feminista internacional para promover buenas prácticas comunes.
La primera cita en la red será el 27 de julio a las 6 pm ( hora  italiana).
En los momentos de reunión debatiremos “el País que queremos”
Alessandra Bocchetti, Livia Turco, Giovanna Martelli, Fulvia Astolfi, Elisa Ercoli, Teresa Manente, Licia Martella, Laura Onofri, Marinella Perroni, Azzurra Rinaldi, Luisa Garribba Rizzitelli, Loredana Taddei.
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