Por: Zenaida Espinosa

Fotos: José Milciades Sánchez

Pressenza conversó con José Milciades Sánchez Ortíz, Trabajador de la Universidad del Valle, Defensor de DDHH, Coordinador del Comité de Derechos Humanos de SINTRAUNICOL (Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Universitarios de Colombia) que vincula a las 34 universidades públicas del país y algunas privadas. Logramos hablar con él, mientras avanza junto con los marchantes que encabezan la Marcha por la Dignidad.  

José Milciades lleva más de veinte años defendiendo lo público, reivindicando la movilización y la protesta social, lo que le valió ser merecedor en 2016 al Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia

Al cierre de esta nota, la Marcha por la Dignidad llegó a la ciudad de Ibagué, capital del departamento del Tolima, a 202 kilómetros de Bogotá. 

 

P. ¿La Marcha por la Dignidad es una continuación de las marchas de 2019 alrededor de las demandas del Paro Nacional efectuado a partir del 21 de noviembre?

JMSO. La actual marcha no tiene la intención de ser una continuidad de los actos de protesta y de invitación a las calles del 21N, marchas multitudinarias que terminaron saboteadas por el Gobierno. Esta iniciativa sale del dolor y el desespero por la falta de capacidad de poder entender o buscar  salidas al asesinato sistemático y el genocidio a cuentagotas de los líderes sociales en el país. 

P. ¿Cuáles son sus principales pretensiones? 

JMSO. Como organización pretendemos denunciar al Gobierno Nacional ante la comunidad internacional, exigir que pare  el asesinato de los líderes sociales, que cese la impunidad,  que el gobierno alguna vez cumpla su palabra. Nos cansamos ya de que se firmen  acuerdos, levanten las acciones de lucha y protesta del movimiento social y, al final, se quede solamente en letra muerta, en acuerdos firmados no cumplidos. 

El más aberrante y lamentable es la firma del Acuerdo de La Habana, un acuerdo que muchos colombianos es el deseo de una paz estable y duradera. Apoyamos el Acuerdo de Paz que el Gobierno firmó con el Presidente Santos, pero con la llegada del Presidente Duque y el Centro Democrático prometieron hacer trizas y hoy, allí de manera muy soterrada, muy lenta, han venido cumpliendo su promesa. Esa promesa de romper los Acuerdos es desconocer la voluntad de un grupo de hombres y guerreros que dejaron sus armas y creyeron en un Estado  que iba a proteger sus vidas y que hoy hoy van más de 200 asesinados firmantes del Acuerdo. 

Avanza la Marcha por la Dignidad en Colombia

Resulta increíble que grupos armados ilegales amenacen y den ultimátum a las zonas veredales en especial la de Monteredondo (Zona veredal ubicada en el Municipio de Miranda, Cauca, una de las zonas de concentración de excombatientes de las FARC tras la firma de los Acuerdos de Paz), donde un grupo armado ilegal le puso como tiempo límite el 8 de julio para que abandonaran la zona veredal en el Cauca. Que el Gobierno no se pronuncie, no emita acciones urgentes para respetar y proteger la vida de aquellos hombres, como insisto, firmaron el Acuerdo de Paz. Rechazamos este Gobierno por abusivo, por mentiroso, por haber utilizado de una manera muy hábil la pandemia, que le permitió al Presidente legislar en un marco de excepción, que teniendo al Congreso clausurado, siga con las manos sueltas generando decretos, normas que para nada favorecen al pueblo colombiano. Lo que no pudo hacer en 20 años los gobiernos de turno neoliberales, éste logró reformar el Código del Trabajo, reformas laborales, reformas pensionales, afectar al pueblo colombiano, favorecer los bancos y, entonces, rechazamos este gobierno por ilegítimo, por ser corrompido, traicionero.

P. ¿Han tenido garantías plenas para la movilización y han recibido el respaldo de las comunidades y diferentes asociaciones del país?

JMSO. Garantías en la movilización, pues hasta ahora las hemos tenido, pero indicamos que hay un caso especial  de tres compañeros  que tenemos esquema de seguridad por parte de la UNP (Unidad Nacional de Protección), que se negó de manera contundente y no ha aprobado las misiones para que los escoltas puedan acompañar a los que tenemos la condición especial de riesgo. De igual manera estamos caminando, decimos que el único responsable de nuestras vidas es el Gobierno colombiano, en la responsabilidad de la UNP y que ese hecho de no dar garantías, no nos impide seguir caminando y venimos acompañados por Guardia Indígena, por médicos tradicionales que desde lo ancestral abren camino y nos brindan desde los dioses mayores la protección. 

La comunidad respalda en buena manera nuestra acción, creo que la gente ve lo que estamos haciendo como un acto irreverente, un acto de enfrentamiento al Gobierno, estamos haciendo uso de la desobediencia civil, creemos que ya tres meses de encierro son suficientes. Que el Gobierno no puede seguir tapándonos la boca, colocándonos ese bozal e impedir que protestemos ante abuso. Que la invitación es a que la gente entienda que debemos salir de las casas y empezar a exigir nuestros derechos; si seguimos encerrados este Gobierno no tiene intención de levantar las restricciones de movilidad y, cuando le interesa, levanta las restricciones pero para favorecer a sus amigos ricos, a los bancos, a los comerciantes que tienen grandes negocios y necesitan sacar de bodega sus existencias que han estado congeladas durante los tres meses de pandemia, por eso muy hábilmente el día sin IVA, habrá otro día sin IVA y vendrán muchos más días sin IVA y la gente que no entiende el contexto, que no entiende cómo nos manipula este Gobierno, salen como borregos a comprar lo que no necesita. 

En las calles la comunidad nos felicita, han empezado a motivarse con nuestra llegada y las marchas, sino muy bien multitudinarias, pero empieza la gente a reaccionar y a mostrar que si se puede protestar. Muchas agremiaciones se han sumado, el suroccidente del Valle, hacia arriba en el Tolima, al Quindío, Bogotá, entonces hay respaldo, vamos creciendo en este movimiento MARCHA POR LA DIGNIDAD que reclama pues el respeto a la vida y desde el numeral #NosEstánMatando reivindicar el respeto por la vida de las mujeres; no más feminicidios, denunciar que nos está matando el sistema financiero, denunciar que nos está matando el reclamar derecho a vivienda digna y que, la Policía, la Fuerza Pública, abusa de su condición y, en el marco de la pandemia, desplaza y echa a la calle a la gente vulnerable.

P. ¿Qué reacción le merecen los hechos de las últimas movilizaciones, especialmente en la ciudad de Medellín, donde se presentaron presiones a manifestantes?

JMSO. Decir que para protestar, reclamar nuestros derechos, movilizarnos, en Medellín la Fuerza Pública sí pudo salir a reprimir a la gente que reclamaba sus derechos; pero cuando el Gobierno dio la orden, levantó la restricción y permitió salir a la gente masivamente en el día sin IVA, no hubo reacción de la Fuerza Pública, a pesar de que hubo mucha gente concentrada sin guardar el distanciamiento social y, entonces,uno dice y entiende: ¿cuál es la intención para saber a dónde nos lleva este Gobierno? Cuando le conviene permite que la gente salga, pero en la razón de permitir el derecho a la protesta social, ahí si hay represión de la Fuerza Pública. 

P. ¿Cuáles son sus principales preocupaciones respecto a las movilizaciones ahora y después de la pandemia, teniendo en cuenta que tendrán continuidad?

Avanza Marcha por la Dignidad en Colombia

JMSO. Creo que esta post pandemia, ante la no aparición o no descubrimiento de una vacuna, pues nos va a tocar vivir en adelante con este virus, tocará salir a las calles como ya lo hacen en Europa, cada quien deberá ser responsable de su seguridad, evitar contagio y, entonces, pues día a día habrá más movilizaciones, habrá más actos de protesta, parte de lo que nosotros estamos motivando para que el pueblo colombiano deje de ser sumiso y que reclame sus derechos. Por esa razón uno entiende que en el marco de la pandemia y una supuesta crisis económica, le da al Presidente la opción de legislar en contra de los trabajadores, de ofrecer cambiar la jornada laboral y afectarlos en su condición, dándole a los empresarios la libertad de que contraten por días o por horas, inclusive, hasta llegar al descaro de decir que la prima debe ser negociada, pagada por fracciones o, hasta ofrecimientos más aberrantes, que dicen que no se pague la prima porque hay que ayudar a los “pobres empresarios” que están quebrados por el tema de la pandemia. Entonces siempre las crisis cargadas por los hombros de los trabajadores, los no responsables. Cuando hay ganancias no se reparten las utilidades, pero cuando hay pérdidas las comparten con los trabajadores, como pasa con el sistema de pensiones, la plata de los trabajadores se invierte en la bolsa y cuando hay ganancias la retribución de éstas no las recibimos los trabajadores, pero si hay pérdidas, allí sí sentimos el peso de la pérdida.

P. ¿Qué piensa sobre la decisión del Gobierno del Presidente Duque de invertir 8 mil millones para el ESMAD en plena pandemia?

JMSO. Ya se entiende y sabemos cuál es la lógica de este Gobierno; van aprobando invertir  8 mil millones de pesos en comprar equipos para el ESMAD, comprar municiones porque ya el Gobierno prevé, ya sabe que este pueblo colombiano es una bomba de tiempo que no va a aguantar tanto tiempo encerrado y habrá descontento, habrá gente en la calle y, entonces, necesitan acallar esas voces y el recurso que tienen bien implementado, fortalecido es el ESMAD; que es el aparato mayormente violador a los DDHH. Panorama nacional desolador, pero creemos que nos queda solamente la calle para luchar, es la consigna. El Gobierno con sus medidas deja los trabajadores en la calle y, entonces, pues estamos en la calle: nuestra casa y en nuestra casa protestamos, somos rebeldes. Invitamos a manifestarnos públicamente, los que tienen dificultades de salud, los invitamos a no exponerse, ciertamente hay un riesgo y ese riesgo no podemos correrlo. 

No invitamos a heroísmos, nosotros no somos héroes, estamos caminando con todas las medidas de bioseguridad, portamos y nos colocamos un traje anti fluido, tenemos los tapabocas,  todo el kit de limpieza y aseo de bioseguridad; entonces, con esas medidas salimos a gritarle a este Gobierno que no mienta más, que deje de legislar contra el pueblo colombiano y pare el genocidio a cuenta gotas del movimiento social colombiano. Ya no aguantamos más, por eso nuestra petición de primera mano es que la comunidad internacional, el sistema diplomático nos escuche, pues apoyando nuestras voces de rechazo podamos hacer una denuncia ante el mundo entero y decir que en este país no hay justicia, que en este país no hay democracia, que en este país hay una cantidad de corruptos que se están robando el país, que no permite que progrese y cada día el afectado es el pueblo colombiano. Que no hay vida digna en Colombia.