Desde principios del mes de mayo Warmis, equipo de base de Convergencia de las Culturas, lleva adelante una campaña por la Regularización inmediata, permanente e incondicional de los inmigrantes en Brasil. Para eso reclaman que el Congreso trate en régimen de urgencia, un proyecto de ley (PL 2699/2020) recientemente presentado por la diputada Fernanda Melchionna, del PSOL.

El reclamo tiene especial importancia en el contexto que pone el Covid 19, cuando un gobierno brutal e irresponsable ha llevado a los brasileros al segundo lugar entre los pueblos más afectados por la pandemia en el mundo, después de Estados Unidos.

Los 807.000 inmigrantes en Brasil están entre los sectores menos protegidos. Aunque la legislación vigente garantiza su derecho a la atención sanitaria, ese acceso se hace mucho más difícil sin los documentos del caso.

Hablamos del todo esto con Jobana Moya, inmigrante boliviana e integrante de Warmis.

–¿Por qué resolvieron lanzar esta campaña ahora?

–Inicialmente tratamos de dar respuesta a las situaciones más inmediatas que planteaba la pandemia. Empezamos organizando una entrega de alimentos y artículos de higiene para mujeres que lo necesitaban, pero enseguida se hizo evidente el problema estructural que ya conocíamos. Sin documentos todo resulta mucho más complicado.

Con la pandemia las necesidades que ya existían cobraron otra dimensión, porque no tener acceso a una asistencia médica hace a la diferencia entre vivir o morir. Ser indocumentado también impide el acceso a la ayuda de emergencia que reciben otros sectores para cubrir necesidades de alimentación, por ejemplo. Y esto es muy importante entre los inmigrantes irregulares, porque muchísimos viven del trabajo informal.

Finalmente resolvimos reclamar de lleno la regularización. Lanzamos una carta difundiendo la iniciativa y la diputada Melchionna convirtió el pedido en un proyecto de ley que nos parece muy interesante.

–¿Cómo es el proyecto?

–En la legislación actual ya existe una visa humanitaria prevista para casos de conflictos armados, desastres ambientales, etc. Ajustando esa figura a la situación que plantea la pandemia, la ley propone una regularización inmediata y permanente que contempla a todos los inmigrantes que puedan entrar en el país hasta que se reglamente la ley.

Por un lado, eso es muy superador de lo que se hizo en Italia, por ejemplo, donde se propusieron sólo medidas temporarias y las personas quedaron en situación de tener que hacer después trámites muy complicados para permanecer en el país. Por otro lado, también supera las medidas de Portugal, donde sólo fueron contemplados los que ya tenían iniciado el proceso de regularización. Además, el de “inmigrantes” es un concepto “paraguas” que alcanza a los refugiados y también se contempla a los inmigrantes en tránsito, gente que está varada en las fronteras…

En fin, nos parece un proyecto muy innovador y muy abarcativo.

–También parece importante el pedido tratamiento urgente…

–Si, no sólo por la pandemia sino también porque aunque la ley establece qué documentos debe mostrar un inmigrante cuando se lo piden, la Policía Federal puede aplicar un criterio llamado “de discrecionalidad” que le permite pedir siempre algo más, algo no previsto, y eso es una arbitrariedad imposible de superar. El proyecto establece qué documentos se deberían presentar y son cosas fáciles de tener o conseguir. Esto también es importante porque es muy común que los consulados no ayuden a sus ciudadanos o cobren muy caros los documentos que se requieren. Es la política de “pagas tu arancel, o te embromas”.

–¿Y cómo sigue la campaña?

–Ahora estamos reuniendo firmas de a través de la plataforma Change, que nos puede ayudar a difundir la iniciativa y tiene la ventaja de mantener contacto con la gente que firma, manteniéndola informada de la marcha de la campaña.

También estamos preparando materiales para difundir entre los inmigrantes, porque es habitual que ellos mismos crean que no tienen derechos y no es así. Tenemos derechos y nada de lo que estamos pidiendo es imposible.

Y finalmente, estamos batallando para que los diputados firmen el requerimiento de urgencia y apoyen la votación de la ley. No es tarea fácil porque hasta en la izquierda hay resistencias a votar proyectos que no son propios, pero confiamos en conseguirlo.

Además, no estamos solas. Hasta el momento somos (15) las organizaciones¹ que estamos impulsando la campaña y ese es otro logro que nos hace muy bien. Lanzamos una convocatoria muy abierta y tuvimos una respuesta muy buena, impulsada por los mismos inmigrantes que trabajan en los colectivos. Lo cierto es que hoy se está formando una red que en otro momento no hubiera sido posible.

Es todo un desafío, pero sentimos que merece el esfuerzo.


¹ Equipe de Base Warmis, Convergencia de las Culturas | Projeto Canicas | Cio da Terra | Rede Milbi | PAL (Presença da América Latina) | Diásporas Africanas | Projeto Si, Yo Puedo | ADRB (Associação de Residentes Bolivianos no Brasil) | Fórum Internacional Fontié ki Kwaze – Fronteiras Cruzadas (USP) | CDHIC- Centro de Direitos Humanos e Cidadania do Imigrante | USIH -União Social dos Imigrantes Haitianos | Conic | Coletiva As Magdas Migram | Comunidade Cubana no Brasil | Cemir -Centro da Mulher Imigrante e Refugiada

Warmis difunde la campaña y otras actividades a través de sus redes, el podcast Warmis inmigrantes y la realización de una serie de Lives sobre Racismo y migración.

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Para firmar en apoyo a la campaña (Change.org)