Bastaron unas pocas semanas de confinamiento, por la pandemia que asola a nuestro planeta, para que la Naturaleza nos muestre su capacidad de restablecimiento: el agua de Venecia se volvió transparente, el Himalaya pudo ser visto desde la India, las ciudades más grandes de China y de todo el mundo volvieron a ver el Sol…

Sólo unas pocas semanas sin la contaminación diaria de miles de aviones, millones de vehículos, centenares de miles de industrias quemando combustibles fósiles, fueron suficientes para que la humanidad compruebe que aún es posible recuperar la salud de nuestra única y frágil nave Tierra. Una oportunidad que no podemos dejar pasar.

Los científicos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) afirman que los impulsores de la aparición de enfermedades zoonóticas, como el COVID-19, son los cambios en el medio ambiente, usualmente como resultado de actividades humanas que provocan alteraciones en el uso del suelo, en el clima, en los animales o huéspedes humanos y en los patógenos, que siempre evolucionan para explotar nuevos huéspedes. Por ejemplo, los virus asociados con los murciélagos surgieron debido a la pérdida de sus hábitats a causa de la deforestación y la expansión agrícola.

Las masivas manifestaciones de niñas, niños y jóvenes en todo el mundo durante la Marcha Mundial por el Cambio Climático en setiembre 2019, junto a innumerables estudios científicos del más alto nivel[1], dieron ya el grito de alerta sobre el punto de no retorno al que inexorablemente llegaremos en 10 años más, si no producimos un cambio radical de dirección en los comportamientos productivos, agrícolas e industriales, en los hábitos de consumo y esparcimiento, en los métodos de generación y utilización de la energía, que permita reducir sustancialmente la criminal emisión de gases de efecto invernadero.[2]

La inhumanidad de un sistema que ha priorizado el dinero y la acumulación de la riqueza en manos de muy pocos por sobre el bienestar de las poblaciones, está poniendo en riesgo la disponibilidad de agua potable y aire puro, la fertilidad de la tierra, el equilibrio climático, la biodiversidad y, por lo tanto, la vida humana misma en nuestro planeta. Por ello es imprescindible y urgente conectarnos, encontrarnos y unirnos todos los que hemos tomado conciencia de esta realidad y estemos dispuestos a asumir un compromiso de transformación. Un compromiso activo para luchar noviolenta y conjuntamente por la defensa del Agua, la Tierra, el Clima y la Diversidad en cada uno de nuestros países, en Nuestramérica y en todo el mundo. Para que superada esta pandemia, en la sociedad humana ya nada vuelva a ser igual. Para que esta verdadera catástrofe planetaria se convierta en el preludio de un nuevo amanecer, el de un mundo más humano, justo y solidario.

Proponemos el 5 de junio 2020 -Día Mundial del Medioambiente- para encontrarnos en este Foro Mundial Virtual, expresar públicamente nuestras posiciones y hacer explícitos nuestros compromisos.

La invitación es a ser parte de este hito y sellar el comienzo de un nuevo tiempo para nuestro planeta y toda la vida que cobija.

Expositores: Argentina – Silvia Vazquez, Lucrecia Wagner, Fabiana Zanutti, Andrea Saez Vega, Jorge Andres Difonso, Aldo Rodriguez Salas, Ricardo Villalba, Marcelo Giraud, Federico Soria, Juan Pablo Olsson, Hugo Novotny, Esteban Servat.  Chile – Tomas Hirsch.   México – José Roberto Pablo Sánchez Alvarez.  España – Juana Pérez Montero, Grian A. Cutanda.  Perú – Jorge Castillo Mendoza, Yiddy Kester Vilchez Arellanos.  Costa Rica – José Rafael Quesada Jiménez.  Brasil – Tião Rocha, Fabiano Carnevale.

Para mayores informaciones ir a http://foromundialambiental.com.ar/

 

[1]    United in Science (UN)  https://gallery.mailchimp.com/daf3c1527c528609c379f3c08/files/03531615-3b9f-4dda-80ba-d0c82fe4446c/United_in_Science_EMBARGO_MARKING.01.pdf

[2]    https://news.un.org/es/story/2019/09/1462482