Todos los martes por la noche, durante el confinamiento, un pequeño grupo de amigos belgas y franceses se reúnen por videoconferencia. Su objetivo: imaginar la vida dentro de un año, no como un sueño, sino con la intención de cambiar nuestra forma de vida, nuestra participación social y generar un profundo cambio espiritual. Después de 5 reuniones, el grupo redactó un «compromiso» con el fin de que, para quienes lo deseen, el mundo venidero no sea el mismo.

Fueron nuestros amigos del Partido Humanista de Bélgica quienes impulsaron estas reuniones virtuales. Nos pusimos de acuerdo en ciertas reglas, la benevolencia: expresar, escuchar e inspirar, nada de críticas ni juicios; no tratar de convencer ni de tener razón.

Las primeras reuniones fueron principalmente para dar testimonio: la pandemia del coronavirus ha puesto de relieve las disfunciones de nuestra sociedad. El confinamiento nos enfrentó a temas como tensiones, miedos, vacíos, desestructuración, enfermedades, muerte, incluso a cuestionamientos sobre el significado de la vida.

Hemos notado que con esta crisis, estamos valorando a las personas que realizan estos trabajos «poco reconocidos»: cajeros, personal de limpieza, recolectores de basura, conductores de transporte público, trabajadores agrícolas; pero también los enfermeros, enfermeras y auxiliares de enfermería. Sería bueno que también en el futuro continúen siendo valorados.

Pero hoy tenemos información contradictoria: por un lado,se implantará la renta básica en España [1], incluso si no sabemos bajo qué condiciones. Por otro lado, durante el silencio mediático, los países toman decisiones políticas ya sea para controlar a la población o para proteger a las multinacionales y la especulación financiera, más que a los seres humanos.

Con esta crisis existe una mayor conciencia de que vivimos conectados en un mismo pequeño planeta, los valores y las creencias están cayendo (trabajo, dinero, prestigio…). La economía está colapsando porque no vamos a trabajar, y aun así no es tan malo. Vemos surgir creatividad, una nueva forma de ayuda, especialmente a nivel local. La necesidad de que la población retome la palabra nunca ha sido tan importante, dado que existen dudas sobre las estadísticas, las intenciones y la falta de comunicación por parte de los líderes.

¿Y qué pasará después?

  • ¿Todo volverá a ser como era antes? (La verdad, no lo creemos).
  • ¿Aumentará la tendencia a la dictadura? (control de personas, movimiento, uso del miedo, pérdida de democracia en decisiones políticas, arbitrariedad, manipulación de información, etc.) En este caso, tendremos que aprender a desobedecer.
  • ¿Habrá algún cambio hacia una mayor humanización?

Hemos visto que algunos dicen, «¡tenemos que cambiar!» Por supuesto, los cambios dependen de decisiones políticas (política en el sentido de «manejar la vida juntos»), pero también podemos hacer compromisos en términos de nuestro estilo de vida personal y social, como los colibríes que aportan su gota de agua para apagar el fuego.

Con la crisis sanitaria se acaba de abrir una puerta y vale la pena trabajar por un nuevo impulso para la humanización del mundo.

Con la finalidad de construir algo más, desde nuestra tercera reunión, comenzamos a escribir nuestro compromiso.

Se expresa en diferentes planos de vida, no solo a nivel de proyecto político, sino también en nuestra forma de vida y en su dimensión espiritual.

Nos gustaría difundirlo ampliamente: es por eso que los invitamos a hacer una contribución personal en forma de video, gráfico, texto, poema, foto, etc.

Para una nueva convivencia

Demos coherencia a nuestras vidas haciendo coincidir lo que pensamos, sentimos y hacemos.

Hoy,

Me comprometo 

A meditar en lo que es importante y en las verdaderas necesidades.

A usar tiempo y energía para lo que abre el futuro y da esperanza.

A agradecer a la vida.

A ver de un lado lo humano y lo sagrado en el otro.

Me comprometo

A tratar a los demás, como me gustaría que me traten a mí

A compartir nuestro bien común, la tierra: agua, semillas, conocimiento, etc.

A actuar con la fuerza de la no violencia para que la cooperación reemplace a la competencia.

A impulsar la libertad de pensamiento y la igualdad de oportunidades para todos.

A trabajar para una economía reubicada y «sostenible».

A tomar las riendas de la política y la democracia juntas.

Me comprometo

A meditar sobre el sentido de la historia, el significado de la vida, el tiempo y la muerte.

A preguntarme acerca de: ¿Quién soy yo? y ¿A dónde voy ?

A afirmar quién soy y dar dirección y sentido a mi vida. Para mantener la fe en mis creencias.

Demos coherencia a nuestras vidas rechazando:

  • La ignominia de la dura situación de algunos de nuestros conciudadanos privados de atención hospitalaria y lazos emocionales.
  • La ley de ganancias que aumenta los precios de los equipos que podrían proteger nuestras vidas.
  • El sistema económico globalizado y la dictadura de fideicomisos anónimos que aman el crecimiento económico infinito.
  • La extinción masiva de la vida en el planeta.
  • La violencia y discriminación en todas sus formas.
  • Lo que afecta nuestra humanidad cuando una minoría controla todo.

Asumamos nuestra responsabilidad y estimulemos la solidaridad desinteresada para la construcción de una sociedad digna de humanidad.

#ParaUnaNuevaConvivencia

pourunnouveauvivreensemble@gmail.com

Notas:

[1] https://www.revenudebase.info/actualites/mesures-espagne-non-revenu-de-base-universel/


Traducción del franés por Maria Paula Alvarez