Esto fue compartido hoy en un foro en el que participo. El mensaje es de un capellán cuyo trabajo es estar en hospitales y visitar, apoyar y servir a pacientes y a sus familias. Tengo su permiso para compartir este mensaje porque quiere desesperadamente que la gente comprenda lo que los trabajadores experimentan. Mientras que la gente con poder e influencia llena los circuitos de los medios de comunicación con promesas, proyecciones y sus pensamientos, aquellos cuyo trabajo trata directamente y de forma práctica con la gente de este país (el precioso electorado que necesita ser <<conquistado>> para el voto) – ELLOS cuentan una historia diferente a la de muchos políticos…

<<Ayer, alrededor de esta supuesta tierra de abundancia y grandeza, unos capellanes certificados muy comedidos han comenzado la tarea de sentarse con los Comités de Ética de los hospitales. En los sistemas de salud católicos, esto se llevará a cabo en colaboración con el ordinario, también conocido como obispo. 

Ellos y sus respectivos Comités de Ética se encuentran bajo un inmenso estrés y angustia que son indescriptibles. No sólo han estado trabajando las veinticuatro horas del día para apoyar a pacientes y sus familias, sino que los administradores finalmente se dieron cuenta de que nuestro papel es apoyar también al personal (nunca antes habían estado dispuestos a reconocer o apoyar esta atención crítica). Ellos/nosotros estamos unidos en esto. 

Y ahora se están preparando para tomar las decisiones de vida o muerte que indicarán quién recibe los recursos (limitados) de COVID-19 que están disponibles en todo el país. Estamos aquí, preparándonos para hacer lo que Italia ha hecho; decidir quién vive y quién muere, por la falta de preparación de esta administración. 

Este ya no es momento de discutir por tonterías o estar quejándonos frente al ordenador en redes sociales como Facebook. Este es el momento en que los seres mortales estamos siendo forzados a tomar decisiones divinas, que no deberían ser tomadas nunca.

Cada uno de nosotros, y nuestros colegas médicos necesitamos su apoyo y sus permanentes oraciones para que podamos vivir todo esto sin complicaciones. Estos sucesos harán que en nosotros desemboquen lesiones morales y trastornos de estrés postraumático, aunque algunos ya los tenemos. 

No podemos hacer esto sin que ustedes nos encomienden a la Trinidad para que nos den fuerza y apoyo. Nosotros también rezamos por el perdón que necesitamos por haber sido tan estúpidamente cómplices como para traernos aquí. 

El Concilio Vaticano II nos acusó a cada uno de nosotros de ser sacerdote, profeta y rey. Cada uno de nosotros debe ponerse a la altura de ser profetas en el futuro, sin importar quién buscará matarnos en nuestras iglesias, familias y comunidades. La complacencia mata. Si no nos mantenemos unidos a través de la oración, moriremos en ella, mucho antes de lo que deberíamos. 

POR FAVOR, recen siempre por nosotros mientras agonizamos. POR FAVOR>>

Se vuelve una situación crítica al tratar de ser capaz de pensar, razonar y convocar la empatía ahora más que nunca para aquellas personas que pasan sus vidas trabajando de la mejor manera, a pesar de las circunstancias conflictivas que se viven actualmente y la falta de transparencia de los líderes que han caído muy por debajo de sus propios juramentos de oficio. Sin estos trabajadores en el frente, quienes en sus distintas áreas  cuidan a miles de personas,ningún aumento de beneficios para la gente podrá borrar la verdad que necesitamos ver.


Traducción del inglés por Silene Fuentes