Con motivo de la catastrófica situación en la frontera griega, los médicos de responsabilidad social critican el abandono de los principios constitucionales y la rendición del estado constitucional. «Por desesperación y debido a la falta de apoyo de los demás Estados de la Unión Europea, los que necesitan protección son simplemente devueltos a la frontera sin ser escuchados ni examinados. Esto viola la prohibición de devolución de la Convención de Refugiados de Ginebra.
“La Unión Europea y el Gobierno Federal alientan esta violación del derecho internacional», explica Carlotta Conrad, miembro de la junta de IPPNW. El hecho de que los líderes de la coalición negro-rojo acordaran ayer aceptar a niños y jóvenes especialmente vulnerables de los abarrotados campos de refugiados de Grecia fue un primer paso, dijo, pero estuvo lejos de ser suficiente.
El gobierno griego ha suspendido el procedimiento de asilo para todos los refugiados que llegan. En opinión de la IPPNW, el procedimiento también socava los principios del estado de derecho para la protección de los refugiados. El gobierno griego utiliza indiscriminadamente la violencia física contra las mujeres, los niños y los civiles desarmados, con el aplauso y la aprobación de los gobiernos europeos y de la Comisión de la Unión Europea, y libra cada vez más una lucha defensiva de tipo bélico. Esto no sólo es indigno, sino también contrario a los derechos humanos.
«Las personas inocentes particularmente vulnerables e indefensas, la mayoría de las cuales se ven amenazadas en su existencia humana, son juzgados como criminales, sentenciadas en juicios sumarios y encarceladas con fuertes condenas. Este es un estado arbitrario sin derechos», critica el miembro de IPPNW Ernst-Ludwig Iskenius.
A las personas se les roba todos sus objetos de valor, a veces hasta su ropa exterior, antes de ser enviados de vuelta a Turquía. Eso es indigno. Este tratamiento viola el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). Ni el gobierno alemán ni la Comisión de la Unión Europea intervendrían. «Este intolerable e inhumano estado de cosas es un ataque sin precedentes a nosotros como sociedad civil y daña todo lo que defendemos, todo por lo que hemos luchado y todo lo que queremos preservar», concluyó Iskenius.
Traducción del alemán por Sofía Guevara
