Ubicado en el oeste de la Antártida, el glaciar Thwaites es el glaciar más peligroso del mundo. Los científicos lo denominaron como una ‘Bomba de tiempo climática’ a partir del 15 de Enero del presente año.

Thwaites se está desmoronando en su parte submarina, donde hay circulación de corrientes cálidas oceánicas, lo que es clara evidencia de que el calentamiento global es real, en verdad alcanzando su ritmo aun cuando por su parte, obedeciendo las órdenes de Trump, Estados Unidos se retiró del acuerdo climático de París, un acuerdo global que alcanza a casi todas las naciones del mundo.

De hecho, está demasiado centrado en llevar el incesante (e irreflexivo) comercio de la bolsa de Nueva York a nuevos niveles, como para dar siquiera un pensamiento momentáneo a algo tan remoto como el desmoronamiento de adentro hacia afuera del glaciar Thwaites. A pesar de que se encuentra a 9.072 millas de distancia, no parece estar lo suficientemente cerca como para que las personas de esta mentalidad simple se vean afectadas.

Más aún, los hechos fríos y duros son irrefutables, esto es: los estudios de la NASA, llamados IceBridge, han revelado una enorme cavidad  acechando bajo la superficie de hielo de Thwaites. Es del tamaño de la ciudad de Nueva York, escondida dentro de su núcleo. En su proceso, Thwaites pierde 35.000 toneladas de masa por año.

Más allá de todo cuestionamiento, “lo que ocurre en Thwaites afecta a toda la superficie congelada”. (Fuente: Adam Vaughan, El glaciar del día del juicio final se está derritiendo. ¿Somos capaces de salvarlo a tiempo? NewScientist, 15 de Enero del 2020.)

Después de todo, Thwaites es la salvaguarda principal de toda la Antártida Occidental, que contiene la cantidad suficiente de hielo como para elevar el nivel del mar entre 3.35 y 3.65 metros. Si el Thwaites colapsa, dispararía un colapso inminente de proporciones monstruosas. Aunque, la verdad sea dicha, nadie conoce el momento, las décadas o los siglos que podrían pasar antes de que un colapso grave ocurra, pero juzgando por el comportamiento reciente, Thwaites está dando muchas escalofriantes señales, suficientes como para hacer una pausa y detenerse a pensar profundamente en ello.

El glaciar Thwaites tiene unos 150 km de ancho y 1.209 metros de profundidad. Se está derritiendo mucho antes y mucho, mucho, mucho más rápido que cualquier cálculo posible. Suena raro debido a que el glaciar, siempre desde el alba de la humanidad, ha sido característico de la Antártida Occidental.

Mientras tanto, en la cara de ecosistemas que se desmoronan, ubicados en los bordes de la civilización, donde el impacto inicial del calentamiento global se siente primero, los Estados Unidos, bajo la dirección del presidente Trump, desmonta décadas de regulaciones federales que protegen la vida y los ecosistemas. Cerca de cien regulaciones federales diseñadas para contener el cambio climático, proteger la salud humana y limitar la ruina de los ecosistemas han sido derogadas. Es el infame Gran Desmantelamiento de las Agencias Federales (GDEA) de Trump.

Como tal, cruciales políticas ecológicas y sociales están en un tracto acelerado de aniquilación, de alguna manera similar al impacto del calentamiento global generado por los humanos sobre los ecosistemas. Por ejemplo, el permafrost colapsa 70 años antes en el alto Ártico. ¡Alerta! ¿El calentamiento global se ha adelantado 70 años? De ser así, terribles trastornos climáticos se manifestarán muy pronto. (Source:  Louise M. Farquharson et al, Climate Change Drives Widespread and Rapid Thermokarst Development in Very Cold Permafrost in the Canadian High Arctic, Geophysical Research Letters, June 10, 2019).

En cuanto al estado de los científicos en Estados Unidos, Trump es su peor pesadilla hecha realidad vívida a todo color. Ningún presidente en la historia de Estados Unidos se acerca a la pureza de su ignorancia y aboluto fracaso para entender conceptos básicos. Después de todo, fue su propio secretario de estado, Rex Tillerson, quien dijo “¡Es un jodido idiota!” (Vanity Fair, 23 de mayo de 2019.)

En cuanto a Thwuaites, la buena noticia es que tomará cientos de años para que se derrita el último pedazo de hielo de la Antártida Occidental. Sin embargo, en el proceso, posiblemente más temprano que tarde, la mala noticia  es que aparentemente causará un caos inimaginable, lo que significa un daño duradero, alterando las líneas costeras alrededor del mundo, año a año, década a década y centímetro a centímetro, pero con el tiempo se irán alargando metro a metro. Es un pronóstico extraordinariamene peligroso, lleno de todo tipo de desafíos para las metrópolis costeras del planeta.

De manera significativa y de la mayor importancia, es que el mensaje implícito del artículo de NewScientist es: alguien en una posición de autoridad en el mundo con poderosas habilidades de liderazgo (olvídese de los Estados Unidos) debe caer en cuenta de que el calentamiento global ya comenzó, poniendo a la civilización humana en la cuenta regresiva, de rodillas… ya en sus primeros estadíos en las más lejanas latitudes, donde está pegando realmente fuerte, por ej, el colapso interno del hielo del Thwaites.

El glaciar Thwaites, tan grande como el territorio de Gran Bretaña, no es más que uno de muchos ejemplos de los primeros estadíos del colapso del ecosistema en el mundo, pero la gente no vive donde está sucediendo. ¿Quién lo ve? …además de los científicos.

De manera alarmante, la pérdida de hielo del Thwaites se ha duplicado en estas últimas dos décadas a 35.000 toneladas por año. Ese hecho solo envía un mensaje inquitatne. Con el tiempo, Thwaites causará 60 centímetros de elevación del nivel del mar. Pero ése es sólo el comienzo de un dilema mucho, mucho más grande en tanto refuerza la capa de hielo de la Antártida Occidental.

Hace apenas 5 años, los científicos dijeron confiados que el colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental había comenzado oficialmente, pero también dijeron: “Aunque el aumento del nivel del mar (de 3.04 a 3.96 metros) no puede ser detenido, se encuentra a varios siglos y potencialmente hasta 1.000 años se encuentra a mil años de distancia ¡No hay de qué preocuparse!”

Ahora es tiempo de preocuparse.


Traducción del inglés por Nicole Mosquera