Wright Mills en su libro “The Power Elite” (1956), indica que la clave para entender la inquietud norteamericana se encontraría en la sobreorganización de su sociedad. Así, establishment sería “el grupo élite formado por la unión de las sub-élites política, militar, económica, universitaria y mass media de EEUU”, grupos de presión que estarían interconectados mediante “una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses y dirigidas por la metafísica militar”. Dicho concepto se apoya en una definición militar de la realidad y que habría transformado la economía en una guerra económica permanente y cuyo paradigma serían los Rockefeller al participar en los grupos de presión (o “lobbies”) financiero, industria militar y judío, y uno de cuyos miembros, David sería el impulsor de la «Trilateral Comission” (TC) o ComisiónTrilateral (1973).

Soros y el Club de las Islas

Donald Trump, candidato en principio totalmente refractario a la disciplina de partido y devenido en la “bestia negra” del establishment acabó finalmente siendo elegido Presidente de EEUU y su sorpresivo triunfo marcará junto con el Brexit marcará el finiquito del “escenario teleológico” en el que la finalidad de los procesos creativos eran planeadas por modelos finitos en los que primaba la intención, el propósito y la previsión y su sustitución por el “escenario teleonómico”, marcado por dosis extremas de volatilidad que afectarán de manera especial al Nuevo Orden Geopolítico Mundial.

Con la llegada de Donald Trump, asistimos al finiquito de la Unipolaridad de Estados Unidos y de su papel de gendarme mundial y su sustitución por la nueva doctrina de la Multipolaridad o Geopolítica Inter-Pares, formado por la Troika EEUU, China y Rusia (G3), quedando de paso la UE, Japón, India y Brasil como convidados de piedra en el nuevo escenario geopolítico. Ello sería un misil en la línea de flotación de los intereses geopolíticos del conocido como “Club de las Islas” con activos cercanos a los 10 trillones de euros y cuya cabeza visible, según el espía ruso Daniel Estulin, sería el financiero y experto diseñador de “revoluciones de colores” George Soros, con lo que nos encontramos en el inicio de un duelo Soros-Trump en el que tan sólo uno de ellos puede sobrevivir. Así, la CIA se habría transmutado en el llamado Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) y de la hidra-CIA habrían nacido 17 nuevas cabezas en forma de agencias de inteligencia que integrarían la Comunidad de Inteligencia de EEUU (Cuarta Rama del Gobierno según Tom Engelhardt), agentes patógenos de naturaleza totalitaria y devenidos en Estado paralelo, verdadero poder en la sombra fagocitado por el “Club de las Islas” de George Soros y que se habría conjurado contra un Trump partidario de la Geopolítica Primus InterPares o G3.

La obsesión de Soros es impedir la reelección de Trump en el 2020

La trama anti-Trump habría sido diseñada tras una reunión celebrada en Washington en la que participaron cerca de 200 patrocinadores de la campaña electoral de Hillary Clinton encuadrados en la llamada Alianza Democracia (DA), megaorganización fundada por George Soros en el 2005 que constaría de una primera fase para torpedear el traspaso de poderes Obama-Trump mediante una “revolución patriótica o multicolor” en EEUU. Así, según el portal Zero Hegde, las espontáneas manifestaciones populares anti-Trump habría sido inspiradas por el portal digital MoveOn.org, patrocinado por el ínclito Soros bajo el lema “Levántate y lucha por los ideales estadounidenses”, iniciativa que se fue diluyendo en el tiempo.

En consecuencia, para evitar un Segundo Mandado de Trump, la Alianza Democracia (DA), habría diseñado una nueva estrategia que constaría en una primera fase de utilizar la mass media de EEUU para inocular en la sociedad civil norteamericana las bondades del repliegue de las fuerzas que EEUU tiene diseminadas por todo el mundo y destinar su costo a inversiones en Educación, Sanidad e Infraestructuras vitales. Así, según el diario The Boston Globe, “está prevista la pronta aparición del Instituto Quincy, think tank patrocinado por los multimillonarios George Soros y Charles Koch para terminar con las guerras sin fin de EE.UU. y cambiar su política exterior”, lo que se traducirá en una drástica reducción en los presupuestos de defensa. Ello sería un torpedo en la línea de flotación del poderoso complejo militar-industriar de EEUU que tras el aumento de la presión del lobby pro-israelí de EEUU (AIPAC), habría decidido proceder a la desestabilización de Irán por métodos expeditivos (Operación Persia) y cuyo primer movimiento sería el asesinato en Bagdad del poderoso general iraní, Qasem Soleimani. En consecuencia, Soros pasará a la segunda fase del complot anti-Trump, consistente en la gestación de una trama endógena para impedir la reelección de Trump en las presidenciales del 2020 mediante métodos expeditivos (léase Magnicidio), tras lo que asistiremos a escenarios de enfrentamiento civil que culminarán con la implementación de un gobierno militar teledirigido por el verdadero Poder en la Sombra de EEUU (Cuarta Rama del Gobierno) y que supondrá el finiquito de la sui generis democracia estadounidense.