El pasado sábado 23 de noviembre del 2019, miles de personas recorrimos la Calle Alcalá desde Cibeles hasta Sol.

La sociedad civil salió a la calle para unir nuestras voces por la dignidad de los mayores y las personas con diversidad funcional, trabajadorxs y familiares.

El 23N miles de personas acompañaron la Marea de Residencias, denunciando que la situación en las residencias, por las raquíticas ratios de personal son el exponente del maltrato institucional. Reclamando una ley estatal de residencias que impida el negocio descarnado de los empresarios y fondos buitre que atenta contra la vida de las personas en residencias. Señalando que los títeres que justifican lo indefendible, entre ellos la Consejería de Políticas Sociales y Familia, se hagan cargo de una vez por todas de parar esta especulación que atenta contra la dignidad de miles de mayores, personas con Diversidad Funcional y trabajadorxs.

La Batucada que nos acompañó puso una nota de alegría en este día invernal, revestido del calor de miles de corazones coreando consignas, desde el grito desgarrador que hoy ya recorre toda España.

Agradecemos a todas las organizaciones sociales que nos acompañaron este día. Agradecemos a las trabajadoras de las residencias de Guipúzcoa, que nos hicieron sentir su fuerza en su 131 día de huelga, alentadas a su vez por las compañeras de Vizcaya que estuvieron 377 días de huelga. Agradecemos a lxs familiares y trabajadorxs de las residencias de Galicia que compartieron con nosotros “los sueños y las voces de centenares de hombres y mujeres, hartos y hartas, del caduco y perverso modelo español de Residencias para personas Mayores cimentado en la década de los 90 del siglo pasado”.

Al calor de la convicción, esa tarde de noviembre, sentimos más que nunca la necesidad urgente de un cambio de situación que acabe con el sufrimiento de las miles de personas hacinadas en las residencias de nuestro país.

El 23N ha sido la confluencia de los grupos humanos, que de forma espontánea se fueron organizando previamente en las distintas residencias de mayores. Estas agrupaciones de trabajadores y familiares que trabajando codo a codo empezaron hace tiempo a visibilizar la situación de abandono institucional que sufren nuestros mayores.

El 23N ha supuesto la síntesis que une todos estos grupos y el motor capaz de actuar con determinación para acabar con esta situación generalizada de desidia y deshumanización que se vive en las residencias de todo el Estado.

Gracias a todxs por echar este pulso a favor de los desprotegidos, de las personas con gran deterioro cognitivo, de los que no tienen voz ni voto.

La llama está prendida, nada ni nadie podrá apagarla y se irá expandiendo hasta llegar hasta el último rincón de las residencias de la geografía española.

Marea de Residencias