En una entrevista, concedida al canal 24Horas de Chile el pasado 29 de octubre, el diputado humanista Tomás Hirsch ha explicado las dos razones fundamentales que han llevado a su partido y a otros diputados a presentar una acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera: la responsabilidad política de la violación de los DDHH impropios de una democracia, por una parte, y el haber decretado un estado de emergencia mientras se llevaban adelante acciones que corresponden a un estado de sitio, por otra, incumpliendo con ello artículos de la Constitución “de ellos”, una constitución que es herencia de la dictadura y cordón umbilical con la misma… Razones que les han conducido a reclamar una nueva constitución y una asamblea constituyente que la redacte.  

Respecto a las razones que justifican la acusación constitucional contra el Presidente Piñera, Hirsch explica en dicha entrevista que hay dos motivos fundamentales: por un lado, la violación de DDHH propios de una dictadura y nunca vistos en democracia (muertes, torturas, abusos sexuales…) y por otro, un tema jurídico: “el Presidente decretó un estado de emergencia y las acciones que se realizaron corresponden a un estado de sitio, [Para ello] él requería del acuerdo de congreso nacional, que no iba a tener para matar a su gente… por eso declaró el estado de emergencia y dijo que estamos en guerra. Aquí se ha faltado a artículos de la propia constitución de ellos, no es una constitución que nos guste. Es más, creo que la salida a la actual crisis es una nueva constitución, pero mientras rija la actual, el presidente tiene que cumplirla y la ha violado de manera flagrante y esto le hace merecedor de una acusación constitucional.

Y esto que comenzó siendo una propuesta de unos pocos diputados, desde el PH, ha ido creciendo. Hoy hay más diputados de los que se necesitan”.

Cuando los periodistas le apuntan que el presidente de la Cámara de Diputados no está de acuerdo con esta acusación… Tomás H. les responde: “El presidente de la cámara para esa cuestión es un diputado más y tiene derecho a tener su opinión y seguramente va a haber votos a favor y en contra. Desde mi punto de vista, esta acusación es un tema ético, es responder a una ciudadanía tremendamente violentada en sus derechos. Si estamos aquí, en esta cámara, a la cual nos costó mucho llegar por el sistema binominal, si estamos aquí es para defender los derechos de los hombres y mujeres de nuestro país cuando están indefensos frente a los abusos de poder. Para eso, al menos estamos algunos, para eso estoy acá».

«¿Hay piso político para hacer esta acusación, no solo las firmas sino para tener el respaldo en el congreso?«, le preguntan los conductores del noticiero.

“… yo creo que si los diputados y diputadas estudian en conciencia lo que ha pasado esta semana acá, que son violaciones de los derechos humanos de un nivel que no conocíamos en democracia, que nunca se habían dado en nuestro país, francamente mas allá de cálculos cortos y personales, yo considero que todos ellos y ellas deberían apoyar esta acusación constitucional”.

¿Pero cómo va a ser un aprovechamiento político defender a la gente si la están matando, disparando… ?

Cuando se le pregunta si no se trata de un aprovechamiento político, Hirsch indignado responde: “¿Pero cómo va a ser un aprovechamiento político defender a la gente si la están matando, les están disparando, les han dejado ciegos de un ojo, hay niños que están en una situación lamentable. Ha habido violaciones, abusos sexuales, ¿Eso es aprovechamiento, defender a la gente que lo ha estado pasando de manera terrible?  No, no… aquí ha habido una violencia del aparato del estado que es inaceptable… que la conocimos en dictadura”.

La campaña del 2005 ya denunciábamos a los empresarios, las AFP, la educación como negocio… en el 92 nos salimos de la Concertación porque ya no se estaba dando respuesta a las demandas sociales…

Al plantearle si no es inoportuna esta acusación en un momento de tanta violencia en las calles, Tomás dice: “La situación es muy complicada. Seamos serios. La situación es grave. Está la acusación constitucional, por otra parte está el cómo salimos de la situación que vivimos y el gobierno no ha entendido nada… Hay un pueblo que despertó… No me digan que aquí nadie se dio cuenta”. Y recordó las casi tres décadas que los humanistas vienen denunciando y llamando la atención sobre ciertos temas. Invitó a revisar hemeroteca para encontrarse con “la campaña presidencial del 2005 cuando denunciábamos a los empresarios, cuando denunciábamos a las AFP, cuando denunciábamos la educación como negocio… todo esto lo llevamos planteando desde hace tiempo y el gobierno siguió. Es como que aprietan, aprietan… hasta que un pueblo no puede más. Hoy día, no bastan con cambios de gabinete… Por eso es que la movilización sigue, no porque haya o no acusación constitucional, la movilización sigue porque el gobierno no está respondiendo a la profundidad de la demanda. A ver si me explico, no son 30 pesos del metro, son 30 años de abusos. Yo sé que no voy a alcanzar ahora a listar completo todos los abusos que se vienen ejerciendo y que a nosotros ya en el año 92 nos llevó a la decisión de abandonar la concertación porque ya no se estaba dando respuesta en esa época –te hablo de 27 años–, a las demandas sociales, que fue un compromiso a la recuperación de la democracia. Eso se ha profundizado, han regalado el agua,  han regalado la pesca… un presidente que se suponía socialista, como Ricardo Lago”.

Cuando le preguntan por qué no sentarse a conversar, en referencia a la reunión convocada por Sebastián Piñera en la Moneda, y a la cual los diputados del Frente Amplio entre otros no asistieron y ante la insistencia, un indignado Tomás Hirsch contesta: “Por supuesto que no. ¿Tú conversas cuando te ponen una pistola arriba de la cabeza? Yo no”.

La periodista insiste si le apuntaban a él directamente, y es cuando el diputado responde firme: “Yo soy parte del pueblo de Chile, el pueblo de Chile estaba con una pistola amenazándole y disparándole de hecho. No era una amenaza, son miles de heridos, miles de heridos, cientos de denuncias ante los organismos internacionales de derechos humanos, vienen misiones de derechos humanos a investigar lo que está pasando acá en Chile, entonces, en esas condiciones ¿se puede conversar con un presidente? No”.

Se necesitan tres medidas: una constitución que rompa el cordón umbilical con la dictadura, un sistema de pensiones de verdad y sueldos por encima de la línea de la pobreza… Se necesita el fin de los abusos y tratar bien a la gente.

Respecto a la necesidad de redactar nueva constitución democrática, ha comentado «¿Sabes lo que pasa? Somos el único país del mundo que treinta años después de una dictadura, mantenemos una constitución heredada de la dictadura, el único país; es un cordón umbilical que nos amarra a la dictadura”.

Preguntado sobre el cambio de gabinete, Hirsch fue rotundo: “Seamos claros, todo Chile sabe que el ministro Chadwick debería haber salido después del asesinato de Camilo Catrillanca, todo Chile sabe que el cambio de gabinete que hubo fue totalmente insuficiente… con este cambio, lo que hemos visto han sido sillas… pero no nos han hablado de programa, el gobierno ha de escuchar las demandas ciudadanas, que son muy claras, esto no es un gabinete. Una constitución que rompa el cordón umbilical con la dictadura, un sistema de pensiones de verdad… y en tercer lugar, sueldos que estén por encima de la línea de la pobreza, inaceptable que una persona se saque la cresta toda la vida y se mantenga por debajo de la línea de la pobreza, no es aceptable… en otras palabras,  fin de los abusos. Tratar bien a la gente, eso no es tanto pedir”.