Un equipo de astrónomos captó una imagen deslumbrante de dos estrellas bebé que nacen en medio de un remolino de polvo y gas en forma de ‘pretzel’.

Estas estrellas gemelas, captadas por el telescopio del desierto de Atacama (Chile), se encuentran en la nebulosa oscura Barnard 59, que es parte de una nube de polvo interestelar llamada nebulosa de la Pipa y se ubican a unos 700 años luz de la tierra, según informó el viernes el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en ingles).

En la captura realizada por los científicos se puede ver dos discos circunestelares, compuestos principalmente por gas, rodeando a las jóvenes estrellas. “El tamaño de cada uno de estos discos es similar al cinturón de asteroides de nuestro Sistema Solar y la separación entre ellos es de 28 veces la distancia entre el Sol y la Tierra”, señala el director del estudio, Felipe Alves.

Impresionantes bucles giratorios

Según los científicos, el par de estrellas acumulan masa del disco más grande en dos etapas. La primera es cuando la masa se transfiere a los discos circunstelares formando impresionantes bucles giratorios, que es lo que se aprecia en la nueva imagen. Y la segunda etapa es cuando las estrellas acumulan masa de sus propios discos.

El tamaño de cada uno de estos discos es similar al cinturón de asteroides de nuestro Sistema Solar y la separación entre ellos es de 28 veces la distancia entre el Sol y la Tierra”, señala el director del estudio, Felipe Alves, explicando sobre el descubrimiento de dos estrellas bebés que forman un ‘pretzel’ cósmico

Estudios anteriores de este sistema binario habían revelado tan solo su estructura externa. Este nuevo descubrimiento, publicado en la revista Science, podría ayudar a los astrónomos a entender la forma en la que nacen y se desarrollan las estrellas binarias.

“Finalmente hemos obtenido una imagen de la compleja estructura de las estrellas binarias jóvenes con los filamentos que las alimentan y que las conectan al disco en el que nacieron. Esto proporciona limitaciones importantes para los modelos actuales de formación de estrellas”, precisa Paola Caselli, coautora de la investigación.

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