La odisea de los migrantes a bordo del Open Arms continúa, a pesar de que el Centro de Búsqueda y Rescate del Comando General de la Guardia Costera en Roma ha declarado que no existe ningún impedimento para el desembarque de los mismos. Por su parte, Tove Ernst, portavoz de la Comisión Europea en materia de inmigración, ha explicado que la redistribución entre los países dispuestos a recibir a los inmigrantes no puede tener lugar sin que haya algún indicio de un refugio seguro en el que puedan desembarcarlos.

Matteo Salvini insiste en su línea inhumana -hablar de una línea dura sería limitante frente a una actitud tan cínica y despiadadada- y, como ya ocurrió con Sea Watch, acusa a las ONG de especular en la piel de los emigrantes (es decir, en lo que él hace). Sin embargo, después de una segunda carta del Primer Ministro Giuseppe Conte, tuvo que ceder al menos para evacuar a 27 menores sin acompañantes, para los que el Tribunal de Menores ya ha nombrado tutores, mientras que otros migrantes han desembarcados por razones médicas graves.

«La evacuación de menores sin acompañantes ha terminado. Los cuales serían niños de 16 o 17 años. Solos. Lágrimas por doquier. Dejaron amigos y compañeros de viaje. Les deseamos lo mejor. Y sigamos adelante. Por todos» escribe en Twitter Open Arms Italia.  Y añade que la situación en el barco es ahora dramática y corre el riesgo de volverse inmanejable.

Las cosas también se están moviendo en el frente judicial: después de la denuncia de los abogados de Open Arms en los últimos días, la Fiscalía de Agrigento ha abierto un expediente de investigación por secuestro y violencia privada -por ahora en contra de gente desconocida- y ha ordenado la realización de una inspección médica a bordo de la nave. Además, Legambiente Sicilia denunció a Salvini por secuestro y abuso de autoridad.

Situación de paralización también en Ocean Viking, con 356 náufragos a bordo. «Deben desembarcar lo antes posible», dice la página de Facebook de Sos Mediterranee Italia. Aunque lo solicitó Salvini, Noruega, a través del Ministro de Justicia Jøran Kallmyr, se niega a asumir la responsabilidad de recibir a los migrantes rescatados por el barco que también navega bajo su bandera, aduciendo que se trata de un barco de propiedad privada, operado por organizaciones privadas.


Traducción del italiano por Nicole Salas