Reporte de Gustavo Espinoza
Fotos por Franklin Chávez

Un grito por la paz, presentes en más de cien ciudades de Colombia y el mundo.

Independencia de colombia se enluta con tres líderes sociales más, asesinados.

Nueva York – 27 de Julio 2019. En el Parque Washington Square, estudiantes universitarios, intelectuales, artistas, músicos, ciudadanos, organizaciones sociales; políticos y activistas, se movilizan para rechazar y pedir que paren los asesinatos de las lideresas y líderes sociales, políticos, comunitarios, indígenas, campesinos en Colombia. Se exige que deje de ser un delito luchar por los derechos humanos. Los asistentes gritaban al unísono ¡No más, nunca más!, ¡No más impunidad!, ¡No más asesinatos!, ¡No más Uribe!, ¡No más guerra!, ¡Paz para Colombia!.

Uno a uno leían la biografía del líder o lideresa asesinada, recordaban su trabajo, compromiso, lucha y amenazas del que fueron objeto antes de ser asesinados. Los asistentes cargaban una enorme cinta blanca en las manos, que llevaba escrita los nombres de cada líder o lideresa perecidos .

El educador comunitario Andrés Cevallos del Grupo de estudios Colombianos en la Universidad Pública de New York (CUNY) explica “Este es muy duro, no sólo para Colombia sino para todo el continente, llevamos, ya más de 480 asesinados”. Otras cifras hablan de más de 700 a 900 amenazados. Ceballos recalca que es una violencia estructurada dirigida a callar a los líderes y lideresas en Colombia, hace 6 días en el día de nuestra independencia 20 de julio, callaron 3 voces más. Yamile Guerra Departamento de Santander, Humberto Díaz Tierradentro Huila y Arbey Rafael Vargas en el Caquetá. “Nosotros acá como diáspora nos convocamos como colombianos, latinos para demostrar la solidaridad que tenemos con aquellos que no pudieron salir del país. Estos líderes y lideresas están peleando por sus tierras, sus comunidades ancestrales contra unos intereses muy fuertes en Colombia y América Latina”.

Ceballos, sostiene que la Paz se hace desde el Estado, sector privado y la ciudadanía que falta voluntad política de la administración y sectores políticos de Colombia, es cierto; pero aquí estamos movilizados por la Paz, somos una generación nueva, de paz, después de 8 años de negociaciones, vimos que sí es posible la Paz interna en Colombia, no debemos desistir en su lucha.

En la proclama de apertura, se hizo mención: “Son hombres y mujeres que saben, actuar, que se atreven a levantar su voz, argumentar y debatir con el rostro descubierto a reunir amigos y aliados para proponer una reforma justa para pedir y exigir el respeto de un compromiso firmado, una reforma justa para recuperar sus tierras, sustituir cultivos para proteger territorios de abuso de cierto tipo de minería arrogante insostenible. Cuando se mata a un líder social, se asesina a alguien que ha tenido el valor de manifestarse, protestar y exigir algo justo, lo que se pretende no es solo asesinar y silenciar a ésa persona, sino también asustar, silenciar, paralizar a todas las demás, advertirles que no pueden hablar, exigir, manifestarse, protestar, pedir que se cumpla un compromiso o se respete un pacto, matar a estos líderes es sembrar miedo, arrinconar desanimar.

”El gobierno colombiano es responsable porque su deber es proteger y defender la vida de todos los ciudadanos y con mayor razón la de sus líderes, y por eso el gobierno debe asumir la responsabilidad y hacer el compromiso serio, rotundo, absoluto y urgente de protegerlos a todos, porque al matar a un líder, nos matan también a nosotros y a la esperanza de un país en paz y mejor”.

En Colombia entre enero 2016 y abril 2019, 707 líderes y lideresas sociales y 135 ex –combatientes reincorporados de las FARC, han sido asesinados. Tan sólo desde que el Presidente Iván Duque asumió el cargo, 236 líderes han sido asesinados, los ataques e intimidaciones tienen por objeto incapacitar a las organizaciones de la sociedad civil, impidiéndoles así, el derecho a la Paz, remarcaban los carteles que llevaban en sus manos.

De ésta manera Nueva York, fue parte del Grito por la Paz, donde se convinó la música, danza, y un llamado a la paz, se paren los asesinatos de los líderes y lideresas sociales de Colombia.