Con el aumento del fascismo, las mujeres indias están organizando cursos de capacitación y campañas para fomentar la armonía entre las comunidades y salvaguardar los derechos constitucionales.
Yamuna Matheswaran, 14 de agosto del 2019
Después de la decisión del gobierno indio de revocar el estatus especial de Jammu y Cachemira, la gente de toda la India respondió a un llamado nacional de protesta emitido por partidos de izquierda el 7 de agosto. El artículo 370 había dado al Estado una autonomía considerable y fue una de las condiciones para su adhesión a la Unión India en 1947.
Shabnam Hashmi, activista social y cofundadora de la organización no gubernamental Act Now for Harmony and Democracy (ANHAD), transmitió en directo las protestas desde Nueva Delhi.
Ella enfocó su cámara para mostrar a los manifestantes restringidos por las barricadas en Jantar Mantar, un lugar donde se producen protestas regulares en la capital. «Como pueden ver, el espacio —que ya ha sido demasiado confinado para las protestas— incluso en esa zona no se nos permite entrar», comentó. «Este es el estado de la democracia india ahora».
Hashmi no estaba siendo melodramática al poner en duda el estado actual de la democracia india. Un toque de queda impuesto por el gobierno y el bloqueo de las comunicaciones ha estado en vigor en la Cachemira controlada por la India desde el 5 de agosto, los políticos han sido puestos bajo arresto domiciliario, y decenas de miles de soldados han sido desplegados a medida que surgen informes de que la región se está convirtiendo en una «prisión al aire libre».
Hashmi ha sido una crítica vocal del primer ministro Narendra Modi y del partido gobernante Bharatiya Janata, o BJP, mucho antes de que él asuma el cargo por primera vez en el 2014. En 2003, fue cofundadora de ANHAD después de los mortíferos disturbios de Gujarat del 2002 que tuvieron lugar durante el mandato de Modi como jefe del gobierno. En Cachemira, la organización ha trabajado para empoderar a las mujeres y los jóvenes de zonas remotas y ha ayudado a más de 20.000 mujeres a alfabetizarse funcionalmente.
Erradicando el miedo
En junio, me dirigí al barrio Nizamuddin de Delhi para reunirme con Hashmi en la oficina del sótano de la ANHAD. Hashmi ha sido activista social y defensora de los derechos humanos durante casi 40 años. Su hermano Safdar Hashmi, dramaturgo y director, fue un ardiente crítico del partido del Congreso y fue asesinado en 1989 después de ser atacado por Mukesh Sharma —un candidato respaldado por el partido del Congreso en las elecciones municipales locales— y sus ayudantes mientras representaba una obra de teatro callejero titulada «Levanta tu voz» en Ghaziabad, Uttar Pradesh.
Desde su creación, la ANHAD se ha concentrado en fomentar la armonía y crear conciencia entre las comunidades sobre cuestiones constitucionales y de derechos humanos. Con sede en Delhi, la organización ha participado activamente en Gujarat, Cachemira y otras regiones del país, facilitando numerosas campañas de base, convenciones, programas de formación profesional, informes y reuniones.
En mayo, ANHAD organizó una conferencia de prensa «apolítica» en el Club de Prensa de la India en Nueva Delhi. Una multitud de alrededor de 150 personas —en su mayoría mujeres de todas las edades, ocupaciones y sectores de la sociedad— se reunieron para abordar la cuestión de la salvaguardia de sus derechos constitucionales. La referencia de que era «apolítica» fue una indirecta en la «entrevista apolítica» de Modi con el actor de Bollywood Akshay Kumar en abril, días después de que comenzaran las elecciones generales de 2019 en la India. Modi, quien es notorio por evitar las conferencias de prensa, se mantuvo alejado de temas serios, hablando en cambio con Kumar sobre su amor por los mangos y su forma preferida de comerlos.
Fuera del Club de Prensa, colgaban de los árboles folletos que contenían preguntas para el gobierno de BJP, entre ellas estaban: ¿Por qué el gobierno dejó de publicar datos sobre suicidios de agricultores desde el 2015? ¿Por qué el gobierno está suprimiendo datos oficiales sobre el desempleo? ¿Por qué el BJP introdujo bonos electorales que permiten donaciones anónimas a los partidos políticos? ¿Por qué ha habido un silencio ensordecedor por parte del gobierno sobre el aumento de los crímenes de odio contra las minorías, especialmente los musulmanes?
Un mes antes, el 4 de abril, como parte de la campaña Marcha de Mujeres por el Cambio, más de 30.000 mujeres marcharon en 20 estados de todo el país para protestar contra las políticas gubernamentales y la atmósfera de odio y violencia que prevalece.
Hashmi cree que el mayor impacto de la organización ha sido la erradicación del miedo y proporcionar información a las personas sobre sus derechos democráticos, así como la facilitación del discurso sobre temas esenciales. Esto fue evidente en la conferencia de prensa de mayo, donde un grupo diverso de mujeres habló sobre las dificultades para recibir pensiones, la falta de acceso al agua, las raciones y el tratamiento médico, fondos insuficientes para la educación y la restricción de los derechos de las trabajadoras sexuales, entre otras preocupaciones.
«Las trabajadoras sexuales no poseen tarjetas (de identidad), ni siquiera pueden inscribir a sus hijos en las escuelas», dijo Kusum, una trabajadora sexual de 41 años de edad que solo lleva su primer nombre y es presidenta de la Red de Trabajadoras Sexuales de toda la India (All India Network of Sex Workers). Estas tarjetas, conocidas como Aadhaar, permiten a los ciudadanos abrir cuentas bancarias y recibir subsidios y pensiones, entre otros usos. Sin embargo, al mismo tiempo, vienen con innumerables problemas que han llevado a una mayor exclusión de los grupos marginados.
La consolidación del derecho
Tras la rotunda victoria de BJP en las elecciones generales del 2019, Modi fue reelegido como primer ministro en mayo. Varios factores contribuyeron a la victoria de Modi, entre ellos la retórica hipernacionalista de su partido, una explotación calculada de los ataques aéreos de Balakot para la obtención de beneficios políticos, así como la falta de una contra-narrativa efectiva por parte de los partidos de la oposición. La organización matriz del BJP, Rashtriya Swayamsevak Sangh, o RSS, empleó una estrategia de campaña puerta a puerta que se centró en las zonas más remotas del país en un esfuerzo por lograr la máxima participación de votantes.
La ideología hindú defendida por BJP, RSS y el Sangh Parivar —una familia de organizaciones nacionalistas hindúes— se ha infiltrado en casi todas las instituciones democráticas del país. Han surgido reportes de que se están reescribiendo los libros de texto de las universidades y escuelas, de que periodistas y activistas se ven constantemente amenazados, de que el Tribunal Supremo se tambalea bajo la presión del gobierno, y de un aumento de los actos de vigilancia de vacas, en donde violentas turbas hindúes de derechas atacan a las minorías con el pretexto de proteger a las vacas de la matanza.
De acuerdo con un análisis de los datos del ministerio del interior, en los tres años posteriores a la llegada al poder de la Alianza Democrática Nacional dirigida por BJP en el 2014, la violencia comunal en la India aumentó en un 28 por ciento. Un informe de Huffington Postreport posicionó a la India en el cuarto lugar del mundo en 2015 en cuanto a las mayores hostilidades sociales relacionadas con la religión, después de Siria, Nigeria e Irak.
Según el rastreador de Hate Crime Watch de IndiaSpend, que analizó 254 incidentes de crímenes de odio que tuvieron lugar entre el 2009 y el 2018, casi el 90 por ciento ocurrió después del 2014 y un gran porcentaje de las víctimas eran pertenecientes a minorías. Tan recientemente como el 24 de junio, otro hombre musulmán fue linchado por una turba en Jharkhand.
«Por supuesto que hay mucho miedo. Y cada vez más gente va a guardar silencio», dijo Hashmi en junio, refiriéndose al ambiente del país.
Gauhar Raza, esposo de Hashmi, es un científico, poeta urdu y director de documentales. «La mayoría de nosotros nos dimos cuenta en el 2014 que algo se ha agrietado, algo ha cambiado en la India. Pero no teníamos idea de qué forma tomaría o cuál sería su alcance», dijo.
Refiriéndose a las elecciones de este año, Raza dijo: «No es solo la consolidación (de los votos) sino el tipo de confianza que tienen las fuerzas fascistas, es enorme».
Los críticos ven el último movimiento en Cachemira —quizás un indicador de esta confidencialidad— como un intento flagrante de alterar la composición demográfica de la región de mayoría musulmana.
Empoderamiento de base
Gran parte del trabajo de ANHAD se ha llevado a cabo a nivel de base, centrándose en campañas de movilización masiva. La reputación de la organización, así como el trabajo de Hashmi en el sector social, les ha permitido tener un cierto alcance en las comunidades. Se abordan regularmente cuestiones como el comunalismo, la violencia contra las mujeres y las minorías, y la discriminación por motivos de género.
Durante las protestas de abril, las mujeres se reunieron en las calles para exigir la protección de sus derechos constitucionales, que creían que estaban en peligro bajo el gobierno vigente «anti-mujeres, anti-dalit, anti-trabajadoras». En la capital, la multitud marchó a la calle del Parlamento, pidiendo «azadi», o libertad, e insistiendo a los ciudadanos —especialmente a las mujeres— a utilizar su derecho al voto para contrarrestar el clima actual de la creciente intolerancia y política sectaria.
La idea del movimiento Marcha de Mujeres por el Cambio surgió originalmente de la campaña Baatein Aman Ki dirigida por mujeres de septiembre a octubre del 2018, en la que caravanas de un centenar de mujeres viajaron por todo el país — empezando por Cachemira, Uttar Pradesh, Assam, Kerala y Tamil Nadu— para celebrar debates sobre la paz, la armonía y la salvaguardia de los valores constitucionales en el período previo a las elecciones del 2019. Las mujeres realizaron unos 500 programas en 200 ciudades. La necesidad de mantener la atención en la mujer surgió del hecho de que las mujeres indias son particularmente vulnerables en tiempos de conflicto; están condicionadas a guardar silencio y a menudo se las desalienta de participar en asuntos políticos.
La campaña BAK fue iniciada por Hashmi y algunas otras activistas femeninas prominentes y se llevó a cabo con la ayuda de grupos locales de mujeres y organizaciones no gubernamentales en los diferentes estados. Hashmi me dice que la respuesta fue abrumadora y que las mujeres de todas las comunidades —incluidas las que no dieron cuenta de que tenían voz y voto— se ofrecieron a participar. Sin embargo, los organizadores tuvieron un tiempo complicado antes de la campaña al tratar de recaudar fondos antes de que esta comenzara.
Problemas de financiación
Las organizaciones no gubernamentales en la India han sufrido un golpe financiero desde que la Ley de Regulación y Contribución Extranjera (FCRA) fue enmendada en el 2016, haciendo más complicado o imposibilitando por completo la adquisición de fondos extranjeros. La nueva ley se dirige a las «organizaciones de carácter político», pero la definición de este término es vaga y puede incluir a las organizaciones de agricultores y a los foros y organizaciones juveniles basadas en castas, idioma, religión o comunidades.
Desde el 2014, alrededor de 20.000 organizaciones no gubernamentales —muchas de las cuales son grupos de defensa de los derechos— han visto canceladas sus licencias de la FCRA, incluyendo Greenpeace India, Ciudadanos por la Justicia y la Paz y ANHAD.
Desde que el ministerio del interior cortó la financiación exterior de la ANHAD en diciembre del 2016, citando «actividades indeseables contra el interés público», la organización ha estado funcionando con la ayuda de contribuciones personales de sus miembros, amigos, familiares y simpatizantes. Sin embargo, los recursos se están agotando lentamente, causando una grave complicación para el futuro de la organización.
«Las organizaciones de la sociedad civil quedarán paralizadas, una tras otra», advirtió Raza. «En mi opinión, (el gobierno) puede manejar los medios de comunicación, puede manejar las instituciones, falsificar datos y llevar a cabo campañas dudosas. Pero cuando todo está dicho y hecho, no serán capaces de manejar la crisis económica que golpeará duramente al país en los próximos años, lo que significa que el campesinado se levantará. La clase trabajadora se organizará, protestará por las condiciones económicas y no por la ingeniería social».
La tasa de desempleo de la India es la más alta de los últimos 45 años, y la desmonetización y la introducción de un exorbitante impuesto sobre bienes y servicios han sido objeto de una intensa crítica. En noviembre, decenas de agricultores y trabajadores marcharon de todo el país en dirección a Nueva Delhi para exigir el salario mínimo, la seguridad alimentaria y la implementación efectiva de las leyes laborales.
Avanzando hacia el progreso
«Una de nuestras funciones más importantes ha sido proporcionar a las mentes jóvenes la información adecuada para que puedan así formar su propia opinión», dijo Anil Panikkar, psicólogo y uno de los principales miembros de la ANHAD. «Y eso es muy necesario ahora, más que en cualquier otro momento. Si se ven obligados a pensar, habrá cambios. Tenemos que trabajar en la creación de la alternativa».
ANHAD sabe que es crucial proteger y amplificar las voces de las minorías, forjar alianzas con diferentes grupos y facilitar las conversaciones entre ellos, destacar las preocupaciones regionales y poner en primer plano las cuestiones ambientales. Su estrategia incluye la capacitación política a nivel de la comunidad. A lo largo de los años se han llevado a cabo cientos de campamentos de capacitación.
«En los últimos cuatro años, debido a la escasez de fondos, se detuvieron», dijo Hashmi. En una reunión organizativa en la oficina de la ANHAD a mediados de junio, se establecieron planes para la reagrupación, recaudar fondos e implementar estrategias estatales más nuevas y efectivas para avanzar.
Los campamentos de formación son de carácter residencial, con una duración de cinco a siete días, donde se mantienen charlas de profundidad sobre la Constitución de la India, el legado de la lucha por la libertad, la visión de una sociedad igualitaria, así como debates sobre la casta, el género, la globalización y el pluralismo. También se abordan los mitos y prejuicios existentes contra las minorías y otros temas difíciles como los disturbios de Gujarat del 2002, el conflicto en Cachemira, el fascismo y el terrorismo.
«En este momento, los partidos políticos están en una forma de letargo, están aturdidos», dijo Raza. «Son incapaces de analizar realmente la situación. Y aquellos que han podido (hacerlo) son incapaces de sugerir medidas correctivas. Por lo tanto, el deber de las organizaciones de la sociedad civil es aún mayor que en el 2014».
Poco después de que se anunciaran los resultados de las elecciones el 23 de mayo, la ANHAD convocó una reunión pública. La mayoría de las mujeres no se presentaron porque simplemente estaban demasiado descorazonadas. «Antes, tenían esperanza. Ahora no tienen ninguna», dijo Hashmi. Sin embargo, Hashmi enfatiza que es especialmente en tiempos como este —cuando las libertades civiles están cada vez más amenazadas— cuando es crucial que el trabajo continúe y que los espacios seguros sigan siendo accesibles.
Traducción: Ana Gabriela Velásquez Proaño