La dudosa muerte de Jeffrey Epstein en una prisión de máxima seguridad en los Estados Unidos es otra razón contundente para no extraditar a Julian Assange, sobre todo porque las mismas personas que se sienten aliviadas por la muerte de Epstein les gustaría ver  también muerto a Assange.

Pero hay motivos suficientes para pensar que Assange ya está en peligro, en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde está actualmente encarcelado. Como twitteó el gran periodista John Pilger hace seis días:

 No olviden a Julian #Assange. O lo perderán.

Lo vi en la prisión de Belmarsh y su salud se ha deteriorado. Tratado peor que un asesino, está aislado, medicado y se le niegan las herramientas para luchar contra las falsas acusaciones de extradición de los Estados Unidos. Ahora temo por él. No lo olviden.

No hay una explicación oficial de por qué la salud de Julian ha seguido deteriorándose de forma tan alarmante en Belmarsh. Nadie cree realmente que sea un riesgo peligroso, por lo que no hay ningún motivo para que sea encarcelado en la prisión que custodia los casos más graves de terrorismo.

Assange está luchando en importantes casos legales en el Reino Unido, Suecia y los Estados Unidos, sin embargo, se le permiten visitas durante sólo dos horas cada quince días, incluyendo el tiempo que pasa con sus tres grupos de abogados. Todos sus visitantes se han alarmado por su estado de salud física y muchos se han alarmado por su aparente desorientación y confusión.

Es debido a la severa sentencia de un año de Assange por «saltar bajo fianza» al solicitar asilo político que puede ser mantenido en condiciones tan duras y con tan poco acceso a sus abogados. Por eso su sentencia fue tan dura sin precedentes por haber perdido la libertad bajo fianza policial. De lo contrario, como recluso en prisión preventiva en espera de la audiencia de extradición, sus condiciones serían normalmente menos severas y su acceso a los abogados sería mucho más accesible. El Establecimiento ha conspirado para reducir su capacidad de defenderse en los tribunales. No estoy convencido de que no esté conspirando para destruirlo.


Traducción del inglés por Soledad Imbago