Roma, Primavalle: esta mañana del lunes 15 de julio de 2019, un despliegue imponente de fuerzas policiales en el cual se vio la movilización de la policía, los digos (División de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales), la Guardia di Finanza, la policía municipal, los bomberos e incluso un helicóptero, por disposición del Ministerio del Interior y respaldado por la Municipalidad de Roma, ha previsto eliminar una estructura pública, una ex escuela propiedad del municipio, ocupada por 340 personas, de las cuales 84 son menores de edad, familias enteras, incluidos ancianos, niños e incluso discapacitados, puestos en la calle sin ninguna alternativa de vivienda.

Publicamos las primeras reflexiones de Fabrizio Ragucci, secretario de Unione Inquilini Roma (Unión de inquilinos de Roma), quien durante años ha estado lidiando con la crisis de la vivienda y apoyando a las personas en la asignación de viviendas populares en el área de Roma y de provincia.


«El desahucio de Primavalle es, ante todo, una ofensa a la moralidad: desplegar una fuerza militar de cincuenta vehículos blindados, apoderarse de todo un vecindario, expulsar a familias enteras, incluidos los enfermos y los niños, arrojándoles armas y el equipaje a la calle, es un acto de indecencia sin fin y señala una faceta de barbarie muy aguda y peligrosa.
Hoy les toca a ellos: ¿mañana? ¿Realmente se sienten más seguros de saber que los ancianos y los niños pueden ser tratados tan brutalmente en nombre de un principio abstracto de «legalidad»? 
Yo no, más bien me preocupa y creo que debería incluso asustar a los que me leen…
En segundo lugar, otro fracaso de Raggi tuvo lugar hoy en Primavalle: Roma está llena de problemas reales y, entre ellos, el más grave es el de la vivienda. Podría esforzarse por gobernarla, pero en lugar de eso optó por transformarla en la enésima «emergencia» que alimenta el clima de precariedad y depresión social sin límites que de por sí contamina la ciudad.

El miércoles estaremos en los bajos de la concejalía de vivienda (10 am, Piazza Giovanni da Verrazzano) para manifestarnos en contra de las VERGONZOSAS y degradantes condiciones a las que han sido sometidas durante años las miles de familias que viven en «residencias» (CAAT).

Estaremos allí para decir: ¡BASTA DE EMERGENCIAS, SOLICITAMOS VIVIENDAS POPULARES! 
En el futuro inmediato exigimos que las residencias, que cuestan un disparate y que solo alimentan la degradación y marginación, sean, al menos, seguras para evitar que alguien muera en el interior debido a la falta de control y mantenimiento. La referencia más reciente es lo que sucedió hace días en la vía di Val Cannuta
Pero, sobre todo, esperamos que el cierre de las residencias signifique soluciones estructurales y no otros parches temporales y de emergencia: aquellos que viven en CAAT (asistencia para vivienda temporal) merecen la asignación de una vivienda real y adecuada y no una casucha eternamente precaria.

Solicitamos la renovación de los términos de la antigua resolución sobre la crisis de la vivienda en la Región de Lacio, con su famoso 33% de los fondos destinados a la adquisición de nuevos apartamentos ERP (edificios residenciales públicos) para los beneficiaros del caat, y, de igual manera, la implementación de un programa de reconversión inmediata a erp de lo que el municipio ya tiene en sus activos como apartamentos patrimoniales, ex provincias y bienes confiscados.
Lo que sucedió hoy y podría suceder en cualquier otro lugar NO debe convertirse en un pretexto para retomar la lógica y el negocio del mercantilismo: para aquellos que no tienen una casa, la solución no puede ser otra que… ¡una casa!

Ni otras residencias, ni casas hogares, ni eventuales y fantasiosos «bonos» para gastar en un mercado inaccesible. 
Leí las declaraciones de Baldassarre. «A las familias de Primavalle les daremos una solución inmediata para detener la crisis». A contraluz, leo la intención de relanzar la epopeya de las residencias en lugar de esforzarse seriamente para superarlas.
Nuestro «no a las soluciones de emergencia» es un reclamo general que pretendemos sacar adelante por el bien de todos.
No solo por las residencias, sino por aquellos que hoy han sido desalojados en Primavalle y por todas las «personas perjudicadas ante la crisis de la vivienda».
Debemos dirigirnos a la ciudad lo antes posible, hacia el «terreno de las respuestas estructurales».

Fabrizio Raguccisecretario de Unione Inquilini Roma


Traducción del italiano por Melina Miketta