ROMA: Una operación militar y policial nunca antes vista, algo que, más que un desalojo, apareció como una operación militar en plena regla.  Cientos de policías han cercado un edificio público que estaba ocupado, una operación que ha visto una movilización sin precedentes de la policía para evacuar a 340 personas, entre ellas muchos menores.

Un verdadero ejército entre policía, policía financiera, digos (División de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales), bomberos y policía local de Roma para despejar una ocupación de viviendas. Una especie de asedio en plena Edad Media, que se empezó a preparar ayer, ante los ojos de los ocupantes de la Vía Cardenal Capranica, en el barrio de Primavalle, en Roma.

Una estructura pública donde actualmente viven más de 340 personas, de las cuales 84 son menores de edad.

También ayer, en relación con el desalojo anunciado, el ministro del Interior, Matteo Salvini, había declarado: «Tolerancia cero».

El desalojo tan deseado por la Prefectura Capitolina y el Viminale, con la complicidad de la Administración romana, estaba previsto para esta mañana, lunes 15 de julio.

Lo que se ha movido delante de los ocupantes es un verdadero ejército, incluso se ha movilizado un helicóptero que, desde ayer por la tarde, a las 23.00 horas, patrulla la zona desde arriba sobrevolándola.

En el interior del edificio ocupado, desde los primeros momentos en que la gente se había organizado en un intento de resistir el desalojo, nadie dormía para evitar los golpes nocturnos, con la esperanza de un resultado positivo en las negociaciones, mientras tanto, fuera del edificio, crecía la movilización de una tropa de solidaridad.

Al amanecer, la consejera capitolina de la casa, Laura Baldassarre, del consejo Raggi, intentó entablar negociaciones con los ocupantes. De hecho, no hay solución, no hay una verdadera opción estable para la transición de casa en casa, sólo estructuras temporales y de muy poco aliento. «Vergonzoso» -dijo un ocupante que participó en las negociaciones- la sala de operaciones sociales -explica a los ocupantes y a la solidaridad- propone una especie de deportación a la casa de familia o a los centros de recepción. «Nos echaron a la calle, nos trataron peor que a los perros, con ellos quizás habrían tenido más piedad» – declaró uno de los ocupantes después del desalojo.

Cabe señalar que la estructura en cuestión es una antigua escuela municipal en desuso, pero siempre propiedad del Ayuntamiento de Roma, por lo tanto, estructura pública donde los ocupantes, en su mayoría familias sin hogar y en situación de dificultad económica, han tratado de encontrar un lugar donde alojarse, un simple techo bajo el cual refugiarse y vivir con los niños y sus familias, para no verse forzados a permanecer en la calle o, en el mejor de los casos, a alojarse en un refugio.

De hecho, el desalojo en el momento en que escribimos ha terminado, el resultado es que 340 personas, de las cuales 84 menores de edad, han sido arrojadas a la calle.

Lanzamos una movilización de solidaridad para esta tarde frente a Montecitorio.

 

La crónica de la mañana de hoy:

  • A las 9:30 horas se declara el fracaso, además se anuncia la (no) mediación por parte del municipio, que de hecho desestimó el asunto con un «no podemos hacer nada». La Célere ha llegado al pie de la antigua escuela, entre barricadas en llamas y humo negro. Algunos ocupantes están en el techo del edificio. Mientras tanto, una multitud de manifestantes en solidaridad con los ocupantes se mueve en procesión, cerca de la estructura.
  • A las 10:00 horas ha comenzado la evacuación a cargo de la Célere.
  • A las 10:30 h algunas personas, entre ellas mujeres y niños, suben al techo de la estructura para intentar resistir.
  • 11:40 h. La policía y los bomberos se suben al techo de la estructura y la situación se vuelve dramática con los niños llorando.
  • A las 12:00 h sólo unas diez mujeres y unos pocos jóvenes que se han encadenado a la estructura resisten en el tejado.
  • A las 12:40 horas se completó la evacuación de la escuela ocupada en los suburbios del extremo oeste de Roma. 340 personas, 84 de las cuales son niños, están ahora en las calles.

Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide