El 20 de mayo fue un día de gran importancia para Milán: se aprobó la moción 433 presentada por el Consejero Monguzzi y otros referentes para la declaración de estado de emergencia climática y medioambiental.

El movimiento Fridays For Future de Milán, que durante la primera huelga mundial por el cambio climático del 15 de marzo atrajo a 100.000 personas a la plaza de la capital lombarda, ha grabado el jueves pasado esta pregunta, debatida ayer por la tarde por el Ayuntamiento de Milán y aprobada por 31 votos a favor y 6 en contra. Siguiendo el ejemplo del Reino Unido, Gales, Escocia, Cataluña y otros municipios del mundo, Milán marca un hito en la lucha contra la crisis climática y medioambiental de nuestro país.

La Moción 433 se abre con una serie de premisas generales, incluyendo la importancia del Acuerdo de París, la advertencia de los científicos del IPCC sobre el hecho de que no se supere el umbral de 1.5 grados de aumento de la temperatura media de la tierra a finales de siglo y el objetivo de reducir las emisiones en un 45% para 2030, cero para 2050; también se habla de la inadecuación de la acción gubernamental para resolver la crisis ambiental y ecológica y de las acciones concretas necesarias para superarla, el cambio de nuestros hábitos tanto en lo personal como en lo colectivo, teniendo siempre como motivación principal la justicia climática. La moción compromete a la Junta a «preparar en un plazo de seis meses iniciativas […], en específico para la reducción de las emisiones y la introducción de energías renovables, para fomentar el ahorro de energía en los ámbitos de la planificación urbana, la movilidad, los edificios, la calefacción y la refrigeración, desarrollando en mayor medida el proyecto de reforestación urbana ya en curso».

También compromete al alcalde, a la junta y al consejo «a intensificar la participación activa de los ciudadanos y de las asociaciones en el proceso de identificación de los problemas medioambientales y en su solución, y también a desempeñar un papel activo en el Gobierno y en la Región para que adopten medidas similares. Por último, el Ayuntamiento se suma a la Huelga Mundial contra el Cambio Climático del 24 de mayo de 2019.

Parece extraño sentirse entusiasmado con una declaración de crisis, pero hay que tener en cuenta que hasta hace unos meses ese reconocimiento habría sido inimaginable. Gracias a un esfuerzo masivo y espontáneo de sensibilización, la cuestión climática y ecológica se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los europeos y obliga a los políticos a escuchar la voz de sus ciudadanos. En los discursos de los pocos que no están a favor de la declaración de emergencia del Consejo de Milán, todavía se nota la inseguridad sobre la matriz antropogénica del aumento de las temperaturas, quienes justifican el cambio climático con una microglaciación de 1600 y quienes no comparten las movilizaciones. En sus discursos no hay convicción, sino más bien el deber de seguir la línea y los intereses del partido. Pues bien, este desafío aún no empieza. Nos concierne a todos, va más allá de las creencias ideológicas y nos une para el bien común que tenemos para resguardar la vida en el planeta tal como lo conocemos.

Fridays For Future no se detiene. Se están organizando, están creciendo y ahora piden a la política compromisos concretos, que no sean solo palabras vacías y un cambio de discurso para las próximas elecciones europeas. El 24 de mayo, la segunda huelga mundial en Milán tendrá una doble jornada, a las 9 de la mañana y a las 6 de la tarde, y saldrá de Piazza Cairoli.

Los vientos están cambiando y es emocionante. Se unen, arrastran y se mueven desde ese abismo al que estábamos casi acostumbrados. Reconocer la crisis es el primer paso para resolverla, pero es importante mantenerse en movimiento. ¡El viernes continuaremos haciendo historia!


Traducción del italiano por Nicole Salas