La quinta edición de Poietika termina con una de las voces más importantes de la literatura latinoamericana contemporánea, la de Raúl Zurita. El telón cae sobre la reseña dirigida por Valentino Campo el martes 16 de abril en el Teatro Savoia en Campobasso, con una reunión dirigida por el poeta luxemburgués Jean Portante y centrada en la experiencia extraordinaria y conmovedora de Zurita. Se cierra Poietika con mucho estilo, el evento muy deseado por la provincia de Molise y la Fundación de Cultura de Molise, con la concepción y diseño de la asociación Tèkne. El martes 16 es también el último día de actividad en Campobasso para Pino Bertelli, el «narrador fotográfico» toscano durante los días de la exposición que ha realizado el proyecto Poietika, puesto en marcha por Pino Bertelli.

Raúl Zurita, nacido en Chile y de origen italiano, clase de 1950, ha mostrado desde siempre un gran interés por la escritura, en el arte en su sentido más global y en la militancia política. El contacto con la cultura italiana, que tuvo lugar gracias a la profunda relación que tuvo con su abuela materna y la compleja situación sociopolítica chilena que enfrentaba en su vida cotidiana, trazó lo que habría sido su carrera artística. No es coincidencia que su trabajo esté fuertemente marcado por la dictadura militar de Pinochet; después del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, Zurita, un militante comunista de 23 años, fue arrestado, torturado y detenido en el buque de carga Maipo. El diálogo constante entre arte y vida caracteriza la formación y la creencia artística de Zurita, quien se acercó a las actividades del CADA (Colectivo de Acciones de Arte), cuyas provocativas actuaciones llegaron a las calles de Santiago e incluso al cielo de Nueva York.

Zurita se ha dedicado a varios temas que se entrelazan entre ellos: la reflexión sobre la naturaleza chilena, el amor por una humanidad que sufre, la denuncia contra la violencia. Todo esto traducido en obras esenciales como la trilogía Purgatorio, Anteparaíso y La Vida Nueva (1978-1994). Su desempeño en Nueva York de 1982 fue memorable: después de haber obtenido el apoyo financiero de varias universidades de los Estados Unidos y el apoyo material del MIT, el poeta hizo que cinco aviones trazaran en el cielo quince versos en español de La vida nueva, con letras hechas de humo, a más de 4000 metros de altura. Otro gran acontecimiento que se remonta a 1993, fue una recreación de los jeroglíficos de Nazca, con el verso Ni pena ni miedo, escrito en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, en dimensiones gigantescas – 3 km de largo por 400 metros de ancho (se puede ver con Google Earth). En 2016, por su contribución literaria al mundo latinoamericano, recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda del Consejo Nacional de Cultura y Arte de Chile, y recibió de la Universidad Ca ’Foscari de Venecia el Premio Internacional Alberto Dubito como logro a su carrera.

Poietika nació en 2015 como un lugar ideal para reuniones, conversaciones y diálogos entre lo local y lo global, entre Molise y el mundo. Después de cuatro ediciones en las que la palabra ha sido declinada en sus diversas facetas artísticas y con invitados extraordinarios (Steve McCurry, Adonis, Umberto Galimberti, Pupi Avati, Tahar Ben Jelloun, Jorge Galan, Antonio Moresco, Ibrahim Nasrallah, Vito Mancuso, Valerio Magrelli, Mariangela Gualtieri, Ian Goldin, Cristiano Godano y muchos otros más), la quinta edición reafirmó la visión de la cultura entendida como un vehículo de denuncia, de testimonio que también se ha vuelto en ardiente e incómoda, para nada tranquilizadora.

Fuente: Oficina de Prensa de Poietika


Traducción del italiano por Michelle Oviedo