Si me tomo la libertad de escribir hoy, es con la convicción de que las revelaciones concernientes a la gran cantidad de casos particularmente sórdidos de abuso sexual cometidos por un número considerable de clérigos en todo el mundo les han sorprendido tanto como a mí.

Porque si hay algo que me repugna en este mundo, es la pedofilia. Y cuando los depredadores son eclesiásticos, mi indignación llega a su apogeo.

La credibilidad de la Iglesia católica (socavada por numerosos casos de abusos encubiertos) se vio gravemente afectada por nuevos escándalos de gran magnitud a lo largo de 2018 en Chile, Estados Unidos y Alemania. Recientemente, la prensa informó que el nuncio papal (embajador papal) en Francia, Luigi Ventura, estaba bajo investigación por abuso sexual a menores de edad, abierta el 24 de enero por la oficina del fiscal de París.

No he encontrado nada tranquilizadores los recientes comentarios del Papa Francisco en la cumbre de cuatro días del Vaticano sobre el tema. En lugar de agarrar al toro por las astas, el jefe de la Iglesia católica no ha anunciado nada tangible, limitándose a pedir que se refuercen las instrucciones que las conferencias episcopales mundiales están llamadas a implementar. Lejos de las medidas concretas esperadas, el Papa se ha adherido a declaraciones de intenciones que ni siquiera se han registrado en un documento final.

Como jefe de la Iglesia Católica Romana, el Papa tiene el deber de garantizar que aquellos que están jerárquicamente subordinados a él no solo respeten el espíritu de los Evangelios que predican, sino también la ley y la moral vigentes en la sociedad civil. Por lo tanto, le corresponde a él tomar las medidas radicales necesarias para remediar la situación poco saludable en la que el Vaticano se ha visto.

Una de las medidas (excomunión y exclusión definitiva de la Iglesia) que creo que el Papa Francisco debería adoptar sin demora es el tema de una petición que acabo de redactar  y lanzar en las redes sociales dirigida hacia él. Me permito enviar esta petición con la esperanza de que se sientan llamados a apoyarla firmando e invitando a su entorno y familiares a hacer lo mismo (podemos contribuir a su difusión compartiéndola en Facebook y Twitter, por ejemplo).

Para acceder al texto de la petición, por favor haga clic aquí.

Mario Jelmini, Jurista

CH-1345 Le Lieu VD