Danilo Campetti es un gran partidario del presidente, su página de Facebook además de mostrar imágenes reproduce frases y lemas, entre ellos el muy popular «bandido bom è bandido morto», el único buen delincuente es el muerto. Al igual que él, millones de personas han elegido al presidente actual basándose exactamente en las mismas frases y esperando que él las ponga en práctica para cumplir sus promesas.

La cara devastada por el dolor, la apariencia de quien, a los setenta y tres años, sabe que todavía tienen mucho que sufrir. Hace unas semanas le negaron el ejercicio de un derecho esperado: participar en el funeral de su hermano. Por razones de logística organizativa, por temor a que su presencia pudiera haber causado un grave disturbio a la paz pública, el pobre Luis Inácio no le dio su último adiós a su hermano. Fue una decisión tan arbitraria que el presidente de la corte suprema intervino directamente unas horas más tarde, pero ya era demasiado tarde. El traslado desde la prisión, desde la ciudad de Curitiba a São Paulo, no habría ocurrido a tiempo. Esta vez es diferente, no es el hermano mayor el que muere, sino el pequeño sobrino de siete años. Una meningitis fulminante. El hijo del presidente de la república, electo senador por más de cuatro millones de votantes, publica una nota enfatizando que Luis Inácio es un prisionero como todos los demás al que no se le debe ningún favor, ningún tratamiento y que el estado no puede gastar lo que gasta para proteger a una persona que ha hecho tanto mal a la nación. Sus seguidores comienzan un bombardeo mediático sin precedentes e incluso insultan la memoria de su pequeño sobrino, Arthur, repito, de siete años. Estos incluyen figuras prominentes, como poderosos empresarios y líderes de la industria, magistrados de alto nivel, unidos en un coro macabro: «Mejor que mueran mientras sean pequeños».

Muerte. La muerte siempre presente en sus discursos, la muerte del criminal, el delincuente que mataré cuando el presidente me de las armas necesarias, la pena de muerte para ladrones como Luis Inácio, el símbolo de la muerte en el uniforme como los batallones especiales de Río de Janeiro, la muerte deseada a los adversarios como fue proclamado constantemente por el candidato durante la campaña electoral, el elogio público de los dictadores y torturadores como se hace continuamente ahora que el presidente se ha posicionado. Pensamientos de muerte para hombres hechos de muerte, hombres muertos en el interior. Y a la muerte se responde con vida. La vida, la vida real, la vida hecha de cuerpo, sudor, sangre, lágrimas, risas, abrazos, música y fiesta, la vida sin puntuacion de separación la vida sin comas y puntos la vida de un pueblo en celebración que, a pesar de la prohibición de manifestarse, se manifiesta la vida de aquellos que no pueden más con tanto odio y consignas de muerte como ‘primeroslositalianos’ y ‘diossobretodos’. A la muerte respondemos con la vida de un maravilloso carnaval, la resistencia creativa de nuestro pueblo de nuestra gente. El capitán, el general, el coronel nos advirtieron que no se tolerarán las manifestaciones políticas durante las celebraciones del carnaval. Pero somos millones en las calles. A la truculencia respondemos con la burla presente a un ritmo. El mensaje llegó alto y claro a los oídos presidenciales. Las imágenes ahora pertenecen a la eternidad de Youtube.

https://www.youtube.com/watch?v=RxxCe74conw

Y mientras la gente de la calle gritaba la verdad, Luis Inácio podía llorar en el ataúd del pequeño Arturo. Escoltado por docenas de agentes, su rostro devastado por el dolor, la fatiga de un año de encarcelamiento en el cuerpo, encuentra la fuerza para mirar hacia arriba y estirar el brazo para saludar a su gente mantenida a raya por medio de obstáculos, perros y rifles. «Sabe perfectamente bien que no pudo haberlo hecho», le reprocha un agente. «Pero usted sabe perfectamente que tuve que hacerlo», responde Luis Inácio.

Danilo Campetti estaba allí, con su barba, sus gafas de sol, su chaleco antibalas, su rifle automático, su adhesivo del SWAT de Los Ángeles. Danilo Campetti estaba al lado de Bolsonaro cuando fue apuñalado por un loco, estaba con él en la ambulancia, en los mítines. Danilo Campetti, además de protegerlo físicamente, ha promovido activamente a su candidato, ha fomentado los lemas, especialmente el que explica que para el delincuente no hay redención: el único buen bandido es el muerto. Danilo Campetti en las fotografías siempre está al lado del actual presidente. O lo vemos armado con su rifle automático. Danilo Campetti es un agente federal. También estuvo entre los hombres que rodeaban al prisionero Luis Inácio, durante el funeral del pequeño Arturo. Apesar de você, amanhã há de ser outro dia, A pesar de ti, mañana será otro día, es el título de una canción histórica. La censura no se dio cuenta, pensó que se trataba de una pelea entre novios. En cambio, se refirió al gobierno militar y a la misma censura que le dio su imprimátur. A pesar de ti mañana será otro día y te preguntaré dónde irás a esconderte de esta enorme euforia, cómo puedes prohibir que el gallo cante, cuándo nacerá el agua del asfalto y la gente amará sin parar, ¿cómo lo harás? Ahora mismo las escuelas de samba gritan la verdad. Gritan que la activista Marielle Franco fue asesinada por las milicias frecuentadas por el hijo del presidente de la república, gritan en sus carros alegóricos que la famosa «Dictadura Asesina» apareció en las paredes de la ciudad durante la represión estudiantil de 1968. En este momento las calles y las plazas abarrotadas hasta no dar más gritan su disidencia contra toda censura, las calles y las plazas gritan la verdad sobre un hombre de setenta y tres años encarcelado y condenado sin pruebas por un tribunal de excepción; Bolsonaro, a pesar de toda intimidación, a pesar de todas las amenazas, a pesar de tu presencia maligna, a pesar de tu deseo de muerte, a pesar de ti, ya no tenemos miedo de gritar Lula Livre. Lula Libre.

El título está inspirado y traducido de Apesar de você, una de las canciones más hermosas de Chico Buarque https://www.youtube.com/watch?v=33-bMTOlvx0


Traducido del italiano por Michelle Oviedo