La primera Acampa Madrid por la paz y el derecho a refugio estará dedicada en exclusiva a dar a conocer el particular suplicio que sufren las 34 millones de migrantes que hay hoy día en el planeta

Cada minuto que pasa, 16 mujeres se ven obligadas a huir de sus hogares, sea a consecuencia de un conflicto o por cualquier clase de persecución. Una mujer cada dos segundos. La Agencia de la ONU para las Personas Refugiadas (ACNUR) advierte que los seres humanos desplazados a la fuerza suman ya 68,5 millones en todo el mundo, el equivalente a la población de Francia o Reino Unido; más que, sumadas, la de España, Portugal y Grecia. Justo la mitad pertenecen al sexo femenino, unos 34 millones en total, ya sean adultas, jóvenes o niñas. ACNUR lo sentencia sin ambages: son las más vulnerables de la población migrante, y lo son por el mero hecho de ser mujeres. Sufren más abusos y mayor violencia sexual, tienen menos oportunidades y por si fuera poco, apenas consiguen visibilidad. Ejemplifican, en resumen, el drama que se esconde tras el drama: la tragedia de ser personas sin derecho a refugio y también mujeres.

La primera edición de Acampa Madrid por la paz y el derecho a refugio (22 y 23 de junio) tendrá a las Mujeres Refugiadas como lema e hilo conductor. Con esta iniciativa, la Red Acampa pretende sensibilizar a la ciudadanía frente a un drama global que, año tras año, no hace sino empeorar: las migraciones forzosas, internas o externas. El movimiento Acampa pondrá el acento en visibilizar en toda su crudeza el particular calvario que sufren las migrantes, unos 34 millones en todo el planeta, según las cifras que baraja el último informe de ACNUR (2017). Refugiadas en sí, 13 millones. Treinta y cuatro millones de mujeres, jóvenes y niñas desplazadas por el mundo que se ven castigadas doblemente por el mero hecho de pertenecer al sexo femenino. No solo pierden su hogar y se ven obligadas a huir de su casa o su país sin que ningún Estado les conceda el derecho a refugio, es que por el camino son abusadas, violadas y/o esclavizadas, cuando no asesinadas.

Las estadísticas son tozudas. Según ACNUR, de esos 68,5 millones de personas desplazadas, un 30% son población refugiada. A día de hoy, por lo tanto, existen más de 20 millones de mujeres desplazadas internas, otros 13 millones de refugiadas y 1,6 millones más de solicitantes de asilo. Y eso, por no mencionar los 5 millones más de apátridas: mujeres a las que se les niega una nacionalidad y por lo tanto el acceso a derechos tan básicos como la educación, la salud, el empleo o la libertad de movimiento.

“En muchas sociedades –denuncia la Agencia de la ONU para las Personas Refugiadas- las mujeres y las niñas enfrentan discriminación y violencia todos los días solo por su género. Una tarea cotidiana como recoger agua o ir al baño puede ponerlas en riesgo de violación o abuso. Durante el desplazamiento –subraya ACNUR- ese problema aumenta. Las mujeres y las niñas –recuerda- representan el 50% de la población refugiada, desplazada internamente o apátrida, y estarán más vulnerables. Sobre todo las mujeres no acompañadas, las embarazadas, las jefas de hogar, las discapacitadas o las mayores”.

En su primera edición madrileña, La Red Acampa mostrará las dificultades que enfrentan cada día las mujeres desplazadas para llevar a cabo labores –en principio- tan sencillas como cuidar su higiene, cocinar, amamantar o cambiar un pañal.