Los presupuestos Generales del Estado español no han sido aprobados. Faltó el apoyo de las fuerzas independentistas. Pedro Sánchez se ve obligado a convocar elecciones.

Las situaciones siempre son de un modo u otro dependiendo si se miran desde el norte, el sur, el este o el oeste. Visualizando el mapa desde Catalunya, el independentismo y los presos políticos, el gobierno español ha zanjado la causa del proceso catalán como quien cierra un abanico. Desde una primera situación en la que el PSOE tenía en el programa el derecho a la autodeterminación, pasó a un segundo estado donde se sacó del programa, y a un tercero donde ya no se quiso dialogar. Sus palabras fueron que el apoyo “dentro de la constitución siempre, fuera de la constitución, nunca”.
Esta situación ha motivado que el voto independentista en el Parlamento para poder aprobar los presupuestos Generales del Estado decantase su balanza hacia la no aprobación de estos. Tu no apoyas, nosotros tampoco.

Estos han sido los hechos.

Los presupuestos:
Aprobar los presupuestos Generales era algo que perjudica a 47.000.000 de personas. La moción de censura de mayo de 2018, quitó las riendas del poder a una política neoliberal que durante 10 años precarizó la economía española con el gobierno más corrupto de la democracia española. Los actuales presupuestos a ser aprobados por el gobierno de Pedro Sánchez, mejoraban las hasta ahora deprimentes prestaciones en sanidad, educación, tasas universitarias y en definitiva más apoyo a las clases más vulnerables.
La no aprobación de los presupuestos ha frustrado aquello que la moción de censura parecía poder avistar una salida a tal corrupción y reducción cada vez mayor de prestaciones sociales. Parecía que se podía abrir un espacio democrático, de mejora en la agenda social y revertir el avance de las derechas y extrema derecha. La moción de censura permitía una alianza entre Podemos y PSOE.

Ahora la incerteza es crítica.
Ni la situación de los presos es favorable ni las próximas elecciones tampoco.