El martes 15 de enero de 2019 en la sede de la asociación de prensa extranjera en Roma tuvo lugar la conferencia de prensa «No somos peces» – Sea Watch, Open Arms y la política europea en el Mediterráneo.

Al encuentro asistieron Luigi Manconi, Presidente de A Buon Diritto, Riccardo Gatti, Jefe de Misión de Open Arms, Giorgia Linardi, Portavoz de Sea Watch Italia, Lucia Gennari, abogada de Mediterranea Saving Humans, Christiane Groeben, Vicepresidenta de la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia (Fcei) y el Pastor Marco Fornerone de la Iglesia Valdense.

La conferencia fue inaugurada por Luigi Manconi, quien recordó cómo, ante el llamado cierre de los puertos italianos, durante los 7 meses del actual gobierno, el flujo de migrantes en nuestras costas ha continuado a un ritmo de 45-50 personas al día, según la estimación muy fiable del Ispi. Esto confirma que la migración no es un fenómeno fácilmente controlable, ni por parte de las lanchas patrulleras ni por el cierre de los puertos, continuó Manconi, subrayando finalmente la importancia de analizar la migración a partir de sus profundas causas de desigualdad y pobreza.

Riccardo Gatti, ya inmunizado a los golpes bajos de última hora, relató la medida de bloqueo en puerto del barco de Open Arms en los últimos días por parte de la Capitanía del Puerto de Barcelona y el llamamiento que la ONG se ha visto obligada a hacer para ser autorizada a ser devuelta al mar en breve tiempo. Una estrategia que intuitivamente pretende hacer desaparecer a todo el mundo del Mediterráneo. «Sin los barcos de las ONG habrá muchas más muertes, pero no se sabrá», concluyó el jefe de la misión de Open Arms.

Giorgia Linardi emocionó a los periodistas presentes con el testimonio de un par de dramáticas historias de algunos de los migrantes recientemente rescatados por Sea Watch y víctimas del agotador e inhumano maratón de las últimas semanas antes del tan esperado aterrizaje en Malta. «Somos como ambulancias con hospitales cerrados», dijo el portavoz de la ONG, quien añadió que su misión nació para llenar un vacío en el rescate en el mar y para mantener la presión sobre Europa sobre el gran problema humanitario relacionado con la migración.

Lucia Gennari señaló que tanto el derecho a la asistencia como el derecho de asilo se eluden hábilmente y, por lo tanto, no son respetados por los Estados miembros de la UE, y que se ha creado un entorno ilegal peligroso en la gestión de los flujos migratorios. Sin embargo, esto podría abrir la puerta a acciones legales a través de apelaciones ante el Tribunal Europeo.

Otra forma de esperanza viene de la intervención de Christiane Groeben, que espera crear una plataforma europea que pueda planificar con antelación los próximos aterrizajes. Las iglesias pueden desempeñar un papel importante en este sentido alentando este tipo de acuerdos. En el caso de las 49 personas salvadas en el mar por Sea Watch y Sea Eye, las Iglesias Evangélicas adoptaron una postura que dio al gobierno italiano la voluntad de acoger hasta quince personas. Groeben recordó finalmente que, gracias a la colaboración con la Comunidad de Sant’Egidio, fue posible crear corredores humanitarios que trajeron a 1.500 personas a Italia. Por lo tanto, FCEI espera que este modelo pueda ser reproducido a gran escala.

Por último, el pastor Marco Fornerone reiteró que la acogida de los extranjeros y, por lo tanto, el respeto de la dignidad humana deben ser el centro del debate sobre la migración, en lugar de dar paso a otras deformaciones.

Tuvimos la oportunidad de entrevistar a algunos de los oradores en la conferencia de prensa. Les presentamos el siguiente video corto que recoge algunas de sus reflexiones (en italiano):