Estados Unidos comenzará el proceso de su salida unilateral del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) este 2 de febrero, según ha confirmado Andrea Thompson, subsecretaria de Estado para el Control de Armas y Asuntos de Seguridad Internacional.

De acuerdo con la funcionaria, EE.UU. ha tomado la decisión tras no ver una conformidad rusa con las disposiciones del tratado, pese a los reiterados intentos de Moscú para que Washington presentara los detalles técnicos sobre los que basa sus acusaciones de presunta violación al acuerdo.

Horas atrás, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, había indicado
que su país continuaba trabajando para salvar el tratado, pero expresó que las recientes consultas en Ginebra (Suiza) sobre el asunto confirmaron la intención de EE.UU. de acabar con las herramientas de estabilidad estratégica.

Acusaciones infundadas

Días atrás, Lavrov reiteró que EE.UU. no ha presentado ningún documento que confirme el supuesto incumplimiento del acuerdo, que se centra en un misil al que los oficiales estadounidenses se refieren como Novator 9M729.

En detalle, EE.UU. que ese misil de crucero con base en tierra, supuestamente destinado para el sistema de lanzamiento táctico-operacional Iskander-M, tiene un alcance de al menos 3.000 kilómetros y ya ha sido probado por los militares rusos con ese rango de distancia.

Sin embargo, los datos rusos sobre cómo se realizaron estas pruebas confirman que las normas del tratado INF no fueron violadas en ningún momento.
Lavrov subrayó que el misil 9M729 fue probado dentro de la distancia permitida por dicho acuerdo y de conformidad con sus términos.

Medidas de respuesta

El Tratado INF, alcanzado en 1987 entre EE.UU. y la entonces URSS, prohíbe a EE.UU. y Rusia desarrollar terrestres de alcance medio y corto (entre 500 y 5.500 kilómetros), que pueden llevar cargas nucleares a naciones próximas.

El 20 de octubre pasado, el presidente de EE.UU., Donald Trump anunció su intención de retirarse del tratado INF, que ayudó a poner fin a la Guerra Fría. Esta semana, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, proveyó una explicación de los motivos detrás de la decisión.

«EE.UU. sigue una línea para desmantelar el sistema de acuerdos internacionales de control de armas que le atan las manos para aumentar su potencia militar. O intenta cumplirlos de forma selectiva, es decir, solo en la parte que satisfaga sus intereses», declaró el mandatario, subrayando que Rusia se verá obligada a «tomar medidas de respuesta eficaces».

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