El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente estadounidense, Donald Trump, acordaron el pasado sábado ampliar la cooperación bilateral de beneficios compartidos y controlar las diferencias sobre la base del respeto mutuo, a fin de promover unas relaciones bilaterales de coordinación, cooperación y estabilidad.
Xi y Trump llegaron a estos consensos durante una cena de trabajo que llevaron a cabo en la noche del sábado en Buenos Aires, donde también asistieron a la Cumbre del Grupo de los Veinte (G20).
El mandatario chino señaló que unas buenas relaciones entre los dos países están en los intereses fundamentales de ambos pueblos, y son muy deseadas por toda la comunidad internacional.
Las dos partes deben controlar bien la dirección del desarrollo de las relaciones bilaterales y promover el desarrollo duradero, sano y estable de los lazos, a fin de traer más beneficios a ambos pueblos y al mundo, afirmó Xi.
Por su parte, Trump se hizo eco de las declaraciones de Xi sobre los lazos bilaterales, indicando que las relaciones entre Estados Unidos y China son singulares y muy importantes, y que unas buenas relaciones entre los dos países beneficiarán a ambas partes y al mundo.
La parte estadounidense está dispuesta a profundizar la cooperación con China a través de negociaciones, y buscar soluciones apropiadas para ambas partes para los problemas existentes.
Los dos jefes de Estado coincidieron en mantener contactos estrechos mediante diversos medios para dirigir conjuntamente el desarrollo de las relaciones entre ambos países. También prometieron realizar visitas recíprocas en momentos oportunos.
Con respecto a los asuntos comerciales, el presidente chino subrayó que China y Estados Unidos, como las dos economías más grandes del planeta, mantienen unos estrechos contactos comerciales y presentan una interdependencia, añadiendo que es cosa natural que haya diferencias entre ambas partes en los asuntos comerciales.
Ambos lados deben gestionar y controlar bien las diferencias sobre la base de respeto mutuo, igualdad y beneficios mutuos, a fin de encontrar soluciones aceptables para ambos.
Los dos jefes de Estado llegaron al consenso de no imponer nuevos aranceles adicionales, instando a los responsables de comercio de ambos países a acelerar las negociaciones para llegar a acuerdos concretos de beneficios compartidos.
La parte china se expresó dispuesta a abrir su mercado y ampliar las importaciones según la agenda de la nueva ronda de reforma y apertura y la demanda de su pueblo. También señaló que ambas partes deben aunar esfuerzos para restaurar la normalidad de las relaciones comerciales y emprender una cooperación de ganancias mutuas.
Asimismo, Xi reiteró la posición del Gobierno chino sobre los asuntos relacionados con Taiwan, mientras que la parte estadounidense expresó que continuará con el principio de una China sola.
Los dos mandatarios también intercambiaron puntos de vista sobre los importantes asuntos regionales e internacionales, que incluyen los problemas de la península de Corea. China da bienvenida a una nueva reunión entre los líderes de Estados Unidos y la República Popular Democrática de Corea, mientras la parte estadounidense aplaude el papel que China ha desempeñado en los asuntos de la península.
Los dos jefes de Estado indicaron que el encuentro del sábado ha sido un éxito, y desean mantener contactos estrechos.