Los artistas del circo de Norte de Santander realizaron la toma de una plaza en el malecón cucuteño; la actividad contó con la participación de hermanos extranjeros que compartieron experiencias de integración, posicionando la importancia de la unidad entre los pueblos y del arte como herramienta para transformar.

A comienzos de este mes la familia de artistas locales realizó muestras circenses representando temáticas como la reforma educativa, el desempleo, la informalidad, los falsos positivos, el asesinato a líderes sociales, el abuso de autoridad y la falta de memoria; en ellas hicieron uso del humor negro, del erotismo y de costumbres cucuteñas, logrando que los espectadores de la ciudad fronteriza se sintieran identificados con el tema del abandono estatal.

“Es hora de cambiar la situación del arte, estamos en resistencia, ahora sí van a ver para qué nos sirve el humor”, expresó Manuel Castañeda, artista circense cucuteño. Las denuncias que realizó el gremio del circo visibilizaron problemáticas coyunturales como la tasa de seguridad y convivencia, la cual tendrán que pagar las y los cucuteños para “inversiones” en este ámbito, afectando así el bolsillo de los contribuyentes.

Asimismo, expresaron la importancia de su labor, pues por medio de esta también se recuperan espacios públicos no convencionales, resistiendo a las políticas represivas del estado que condenan y marginan múltiples expresiones artísticas en el país.

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