El Grupo de Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad (Audita Sanidad) ha presentado este 29 de noviembre su informe sobre la Contratación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, en este caso del año 2017. Es el cuarto informe anual que presentan.
Los contratos menores (que se dan «a dedo» y que no salen a concurso) representan un 57% del total de la contratación pública de la Consejería de Sanidad en Madrid, y son concedidos mayoritariamente a los mismos conglomerados empresariales que ganan los concursos de licitación, si bien estos últimos representan una cantidad muchísimo menor que los primeros.
Cuatro son los objetivos del informe, según sus autores:
1. Conocer el número de contratos adjudicados por la Consejería de Sanidad a empresas privadas y su importe total a lo largo del año 2017
2. Elaborar el ranking de empresas privadas según el número de contratos adjudicados y el importe de los contratos asignados.
3. Dar a conocer a la ciudadanía las implicaciones y repercusiones del proceso de privatización de la sanidad y su incidencia en el aumento de la deuda pública de la Comunidad de Madrid.
4. Tratar de determinar tanto el origen de ésta, como las posibles responsabilidades que se puedan exigir a los políticos y cuerpos de la administración implicados.
Y seis son los puntos a destacar:
1. Sigue el proceso de privatización sanitaria.
2. Un peso excesivo de los contratos menores (57%) por el que los gestores públicos se proporcionan aún mayor arbitrariedad en las asignaciones.
3. Un peso fuerte y un reforzamiento de un grupo de conglomerados monopolísticos que tienen un peso desmesurado e incompatible con una economía competitiva y moderna y una influencia significativa en las decisiones de política sanitaria.
4. En 2017, se ha licitado el segmento más estratégico de la sanidad madrileña a la empresa Indra Sistemas SA, por el que el SERMAS continúa con la privatización del servicio de citas médicas.
5. A través de los contratos de suministros se manifiesta una preferencia por parte del SERMAS hacia una sanidad demasiado sesgada hacia la medicalización.
6. Una forma de ejercer el poder por no-decisiones, especialmente por no promover un grupo empresarial público capaz de producir medicamentos e insumos sanitarios.
Analizaremos el informe y entraremos en los pormenores del mismo.