La destrucción del programa Más Médicos

Por Dilma Rousseff | Traducción de Pressenza

La acción torpe y arrogante del presidente electo obliga a Cuba a retirar médicos de Brasil y puede dejar a millones sin atención básica de salud

El fin del convenio entre el gobierno de Cuba y la Organización Panamericana de Salud (OPS) bajo el cual se garantizaba la participación de los médicos cubanos en el “Programa Más Médicos”, se debe a las declaraciones intempestivas del presidente electo Jair Bolsonaro, que ignora  la dimensión diplomática que implica la relación entre países. En especial, ofende la exigencia de respeto a los convenios legalmente firmados, así como a la cortesía necesaria en los acuerdos  de cooperación entre naciones.

El Convenio que se está cancelando trata de la cooperación tripartita –entre Brasil, OPS y Cuba– en la cual la OPS–en los términos y en las condiciones previamente negociadas con Cuba– garantiza al Brasil médicos, con el objetivo de mejorar la cobertura de la atención básica de salud a la población brasilera. Para nuestra gente más humilde, la extinción del  programa será una pérdida irreparable a corto y medio plazos. Creado durante mi gobierno, ofreció hasta 2016 atención médica a 63 millones de brasileros y brasileras, muchos de los cuales jamás habían tenido acceso a un profesional de salud. A decir verdad, 700 municipios del país no tenían un médico siquiera para atender a la población local.

Las consecuencias de la torpe ruptura de los términos del convenio, en reiteradas manifestaciones del futuro presidente del País por Twitter, son gravísimas. Decenas de millones de brasileros quedarán sin los cuidados básicos en el área de salud, en todo el territorio nacional.

La decisión  del presidente electo fue unilateral e irrespetuosa, al criticar por Twitter los términos del convenio firmado en mi gobierno y renovado, sin modificaciones, inclusive por el gobierno Temer. Desatendieron, por absoluta soberbia, las medidas diplomáticas requeridas en la relación entre países. Lo grave es, por tanto,  que  todo esto sucedió  sin consultar a los firmantes del acuerdo –la OPS y el Ministerio de Salud de Cuba. Las manifestaciones, prejuiciosas y autoritarias, pueden alejar también a médicos de otros países que participan minoritariamente del Programa Más Médicos.

En una agresiva demostración de indiferencia a las cláusulas establecidas bajo la supervisión de la OPS, el presidente electo anunció que va a imponer a los participantes extranjeros del programa Más Médicos contratos individuales, realización de exámenes de evaluación de conocimientos y validación de diplomas, y pago directo, sin considerar la garantía de salario integral dada a los médicos por el gobierno cubano. Parecía desconocer que por el convenio, la OPS –institución supranacional–, contrataba a los médicos colectivamente con el ministerio cubano y garantizaba su cualificación con el Ministerio de Salud de Cuba. Indudablemente la exigencia de someter a los médicos extranjeros a un examen en Brasil, sólo podría verse como un gesto despectivo, xenófobo  y arrogante cometido contra los profesionales de salud de países extranjeros, más aún porque los Ministerios de Salud y de Educación supervisaban el trabajo de todos los médicos y hacían evaluaciones de desempeño.

Una investigación realizada por la Universidad de Minas Gerais por solicitud de mi gobierno, demostró que el 95% de la población aprobaba el trabajo de los médicos que integran el programa sin distinción de nacionalidad, y el 90% de los usuarios dieron una evaluación de 8 a 10 al programa Más Médicos.

En abril de 2016 el programa tenía 18.240 médicos –la mayoría oriundos de Cuba– gracias al convenio entre el gobierno brasileño y la OPS. Los médicos cubanos fueron esenciales para llenar las vacantes del programa. Producida la convocatoria inicial, los médicos brasileños no se presentaron en número suficiente; después, se abrió el programa para médicos de América Latina y finalmente, como aún no habían sido ocupadas ni siquiera la mitad de las vacantes, se firmó con la OPS un convenio para la convocatoria de médicos cubanos, porque Cuba es uno de los países del mundo que tiene más alta relación entre médicos y población –6,7 profesionales cada 1.000 habitantes– y una reconocida experiencia y cualificación en cooperación internacional en el área de salud.

Recordemos que en 2013 Brasil tenía sólo 1,8 médicos cada mil habitantes, menos que México, Uruguay y Argentina. En el  ritmo de formación universitaria existente aquel año, la meta  de llegar a 2,7 médicos cada mil habitantes sólo sería alcanzada en 2035. Esa fue la razón por la cual el programa Más Médicos, además de distribuir profesionales en las periferias de las grandes ciudades, en los departamentos de salud indígenas, en el interior del país y en los pequeños municipios, preveía la creación de nuevas facultades de medicina. Infelizmente, esta iniciativa  fue suspendida por el gobierno golpista de Temer.

El gesto despreciativo de Bolsonaro hacia los médicos cubanos y demás médicos extranjeros en actividad en el programa, es un atentado contra la población brasilera, que va perder el tener acceso a valiosos y competentes profesionales en la atención básica a la población más pobre de nuestro Brasil. Es también una actitud autoritaria que revela ignorancia, porque rompe unilateralmente un convenio firmado con una organización de salud respetada y reconocida internacionalmente. Y finalmente, demuestra que el presidente electo no tiene noción de lo que significa cooperación internacional en el área de salud, poniendo sus prejuicios por delante del interés de la población y rompiendo,  por Twitter, un convenio cuidadosamente negociado entre países y una organización multilateral..

La población brasilera fue beneficiada por la generosa cualificación de los médicos cubanos, a quienes el gobierno de Brasil debía reconocer su fraterna solidaridad.  A ellos rindo mi homenaje y mi agradecimiento. El trabajo de estos profesionales dedicados y generosos les va a hacer falta a los brasileros.

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