Este viernes el Arzobispado de Santiago de Chile presentó un manual en el que se le indica a sus sacerdotes cómo evitar ser acusados de abuso sexual, lo que ha levantado una fuerte controversia en el país.

“Orientaciones que fomentan el Buen Trato y la Sana Convivencia Pastoral”, es el nombre del documento que firma el propio arzobispo Ricardo Ezzati.

Entre los siete puntos que desarrolla el escrito, uno habla de las “muestras de afecto”, en las que expone que algunas “formas de expresar afecto y cercanía” son inapropiadas. Por esto recomiendo evitar conductas abiertamente de abuso sexual como “abrazos demasiado apretados”, “dar palmadas en los glúteos” o “tocar el área de los genitales”. También desaconseja “acostarse a dormir con los niños, niñas y adolescentes” o besarlos en la boca.

Entre las recomendaciones también impone que pueden ser “malinterpretadas” aquellas conductas que violan la privacidad “mirando o sacando fotos a los niños, niñas o adolescentes desnudos” o cuando se estén vistiendo o duchando.

El documento será mejorado en los próximos seis meses y busca establecer parámetros de trabajo que mantengan estándares internacionales. A su vez, explicaron que algunos puntos fueron traducidos de manera literal y se prestan a interpretaciones incorrectas.

El uso de la pornografía queda excluido de la práctica parroquial, al igual que “dar masajes” a menores o mantener reuniones con menores sin la presencia de otro adulto.

“El personal de la Iglesia de Santiago no debe hacer comentarios que sean o puedan ser interpretados como coercitivos, amenazantes, intimidantes, vergonzosos, peyorativos, degradantes o humillantes”, explicita el documento, que pareciera repasar pautas de convivencia elementales, aunque refuerza de forma explícita el mantenimiento de la castidad célibe comprometida.

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