Por Vainaimoinen en Zonaereader

Si examinamos desde un punto de vista empírico el fenómeno religioso y lo quisiéramos reducir a su expresión más sintética más abstracta, tendríamos que buscar conceptos o premisas que fueran atemporales, que sirvieran para todo hombre en cualquier momento de la historia y también para cualquier espacio, para cualquier latitud del planeta.

Desde que el hombre pasó a constituirse en un animal histórico, a transmitir la experiencia de cada generación a la siguiente, a inventar un lenguaje verbal, figurativo y escrito, enseguida empezaron a surgir los primeros signos de religiosidad. Estudiar las numerosas representaciones que han llegado a nuestros días, desde hace más o menos 7.000 años y en algunos casos de más antigüedad, nos llevaría muy lejos, y se excederían los límites de este artículo.

Hay algo que tenemos en común con todos los hombres que han poblado y que pueblan este planeta, y es que a diferencia de un animal sabemos que vamos a morir, somos conscientes que finalmente nuestra vida física, tal como la experimentamos terminará inevitablemente. Sin embargo un león, un caballo o un perro, no tienen conciencia de ello. Si que experimentan dolor cuando un animal cercano muere y hay multitud de ejemplos de ello. Pero dudo mucho que antes de esto tengan conciencia de que la muerte finalmente terminará su existencia.

Esto se puede interpretar de muchas maneras, y desde luego es algo que han experimentado los primeros humanos y que experimentamos nosotros mismos ahora.

En principio, parece una broma cruel, puedes llegar a ser poderoso, acumular muchas riquezas y poder, adquirir una cultura y un conocimiento profundo de la realidad que te rodea, puedes ser el ser más feliz del mundo, pero nada de eso servirá para nada, cuando llegue la muerte acabará con todo de un plumazo, es como si el tiempo mismo avanzara inexorablemente hacia el abismo, hacia la oscuridad.

Es evidente que la vida no tiene sentido si todo termina con la muerte.

Lo que resulta interesante no es tanto meternos en una investigación sobre si todo termina realmente con la muerte, sino las distintas respuestas que han dado los hombres sobre esta contradicción; ése es un ámbito que podemos manejar, que podemos analizar para poder seguir avanzando. Para leer más…

 

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