La reciente tormenta tropical Basyang, que azotó Surigao del Sur el 13 de febrero de 2018, causó la preocupación del Obispo Nereo Odchimar de la Diócesis de Tandag. En una carta pastoral recientemente publicada, el obispo destacó el «sufrimiento indecible entre la gente, especialmente en las áreas de Cantilán y Carrascal, donde una inundación repentina barrió algunas casas, destruyó varios cientos de hectáreas de tierra de arroz y causó la muerte, según un recuento inicial, de 5 personas incluyendo niños e hiriendo a muchos otros».

Cantilán y Carrascal, en Surigao, son el hogar de compañías mineras que han sido objeto de muchas quejas por parte de comunidades indígenas y defensores de la sociedad civil debido a la destrucción del medio ambiente y la cultura indígena en estas áreas. Tres (3) de estas compañías mineras fueron suspendidas por la entonces secretaria Gina López, pero volvieron a operar inmediatamente después de que la Comisión de Nombramientos (CA por sus siglas en inglés) rechazara a la Sra. López.

Según la carta, muchos residentes quedaron desconcertados por la forma en que la inundación creció tan rápido y arrastrando los troncos y árboles río abajo en varias áreas, destruyendo casas y estructuras en su camino. «¿Podría deberse a las operaciones mineras masivas que despojaron a las montañas y cuencas hidrográficas naturales de Cantilán y Carrascal?», preguntó el obispo Odchimar.

Philippine Misereor Partnership, Inc. (PMPI), una red social y de desarrollo de organizaciones de la sociedad civil, organizaciones populares, organizaciones no gubernamentales y organizaciones religiosas, se une al llamado de nuestras comunidades asociadas y del Obispo de la Diócesis de Tandag para una investigación de las actividades de tala ilegal en el área y supuestos reclamos de que los estanques de sedimentación en algunos sitios mineros colapsaron y contribuyeron a las inundaciones en el área CARCANMADCARLAN, especialmente en Carrascal y Cantilán.

«El gobierno no puede ser complaciente, sordo o ciego en medio de los desastres que suceden en el país. Las actividades mineras hacen que las comunidades sean más vulnerables a los desastres. Es hora y es urgente que el impacto de las actividades mineras en las comunidades se convierta en una preocupación primordial del DENR y del presidente de Filipinas. La auditoría minera y las subsiguientes cancelaciones, órdenes de suspensión y órdenes de demostración por parte de la entonces secretaria López fue un buen comienzo. Ahora se necesitan medidas más estrictas y rendición de cuentas, incluida la defensa de las órdenes de suspensión», dijo Yoly Esguerra, Coordinadora Nacional de PMPI.

Añadió que «no podemos evitar pensar que, si las órdenes de cancelación y suspensión se aplicaran al pie de la letra, el impacto del tifón Basyang no hubiera sido tan masivo».

Nos unimos al Obispo en su llamado a formar un equipo de investigación multidisciplinario y de múltiples partes interesadas para investigar no solo sobre la tala, sino también sobre las actividades mineras en estas ciudades, lo que puede haber contribuido a la devastación. Hacemos un llamado al Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales (DENR por sus siglas en inglés) para llevar a cabo una investigación exhaustiva y una rendición de cuentas exacta de los culpables cuyas actividades causaron la denudación de los bosques y las cuencas hidrográficas de estos municipios.

Traducido del inglés por Valeria Torres