El Partido Humanista ha sabido reconocer hace tres décadas la importancia del Día Internacional de la Mujer, de los derechos de los homosexuales y de la noviolencia como forma de lucha.

El Partido Humanista Internacional (PH) fue fundado el 8 de marzo de 1984, en Argentina. En las siguientes semanas y meses se fue fundando en muchos más países, hasta alcanzar en su apogeo (finales de los 80, principios de los 90) unos 50 países.

La fecha del 8 de marzo no fue elegida al azar sino todo lo contrario: se trataba del Día Internacional de la Mujer. Por esos años, casi nadie conocía el significado de esa fecha. Las únicas fechas que tenían resonancia mundial eran el 1 de mayo y el fin de año. Sin embargo, ya desde el principio el PH quiso dejar claras sus prioridades, y la denuncia de la discriminación contra la mujer era una de ellas, de allí la elección de la fecha de su fundación. Así, mientras la izquierda tradicional, aquella que todavía usa vocablos como ‘obrero’ y que todavía considera al trabajo como el pilar de la sociedad, sigue festejando el 1 de mayo, casi como una tradición sin contenido, el PH ha venido celebrando su aniversario el 8 de marzo.

Hace escasos 3 días se celebró un nuevo Día Internacional de la Mujer, en esta ocasión con multitud de manifestaciones por todo el mundo. En el caso español, han sido las manifestaciones más grandes en esta fecha, acompañadas de la primer huelga feminista. Queda claro que la efemérides cobra cada vez mayor significación, y eso es una muy buena noticia para aquellos que se oponen a cualquier tipo de discriminación.

Hablando de discriminaciones, el PH también dio prioridad a otra de ellas, dando cabida en sus listas a diputado para su primera elección, en 1985, a la agrupación CHA (Comunidad Homosexual Argentina). Hay que hacer el difícil ejercicio de ubicarse en ese momento: el 8 de marzo era una fecha desconocida para casi todas las personas, y los derechos de los homosexuales (o dicho de una manera mucho mejor, el derecho a decidir con libertad el ejercicio de la propia sexualidad) eran una aspiración casi utópica. Afortunadamente, hoy día la situación de la mujer ha mejorado en términos generales (quedando todavía mucho camino para recorrer, y de allí la importancia del 8 de marzo de este año) y el reconocimiento a la libertad sexual también ha mejorado mucho, siendo ya muchos los países que reconocen sus derechos en un aspecto tan delicado como el matrimonio.

El tercer aspecto en el cual creo que el PH también ha sido vanguardia es el de la noviolencia, posiblemente el más importante de los tres, por englobar en buena medida a los dos primeros. Este aspecto es el más retrasado de los tres, aunque también vemos indicadores positivos, como la reciente lucha de buena parte del pueblo catalán contra la represión del estado español. Los catalanes han hecho suya la bandera de la noviolencia de manera ‘natural’, sin líderes, un concepto que 30 años atrás estaba reservado para los estudiosos de las biografías de Gandhi y Luther King. Si bien es cierto que el militarismo goza actualmente de buena salud, vista la ‘evolución’ armamentística de EE.UU. o Rusia, por poner el caso de los dos estados más armados en el mundo, también es cierto que cada vez más las poblaciones muestran su rechazo a la resolución violenta de los conflictos. En el caso catalán, ni siquiera se ha contemplado cualquier otra posibilidad que no sea la lucha noviolenta.

Así pues, a 34 años de su fundación, reivindicamos la clarividencia del PH en anticipar por varias décadas algunos de los temas que hoy marcan buena parte de las reivindicaciones populares a nivel mundial. Y celebramos que hoy mismo han tomado posesión de sus actas de diputado un grupo de humanistas chilenos, integrados dentro de la coalición Frente Amplio.