Al mismo tiempo que advirtió sobre el «botón nuclear» en su escritorio, Kim Jong Un pidió esfuerzos para «mejorar las relaciones inter-coreanas por nosotros mismos».

por Jessica Corbett, redactora de Common Dreams.

El gobierno surcoreano recibió el lunes la propuesta del líder norcoreano Kim Jong Un de abrir un diálogo entre las dos naciones en un esfuerzo por aliviar las tensiones en la península coreana y discutir la posibilidad de enviar atletas norcoreanos a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno 2018 que se llevarán a cabo en PyeongChang en febrero.

«Nos complace que Kim haya expresado su deseo de enviar una delegación y proponer conversaciones, ya que reconoció la necesidad de mejorar las relaciones intercoreanas», dijo en una rueda de prensa un portavoz del presidente surcoreano, Moon Jae-in. «El exitoso lanzamiento de los juegos contribuirá a la estabilidad no solo en la Península de Corea, sino también en el este de Asia y el resto del mundo».

El portavoz enfatizó que Moon está abierto a conversaciones sin condiciones previas, pero también se comprometió a trabajar con otros líderes mundiales para abordar las preocupaciones sobre el programa de armas nucleares del Norte. El potencial de las discusiones diplomáticas entre el Norte y el Sur contrasta fuertemente con la hostilidad continua entre Kim y la administración de Trump.

«La Casa Azul cooperará estrechamente con la comunidad internacional para abordar el problema nuclear de Corea del Norte de una manera pacífica», dijo el portavoz de Moon, «mientras se sienta con el Norte para encontrar la resolución de aliviar las tensiones en la península de Corea y traer paz».

Los comentarios vinieron en respuesta al discurso anual del Día de Año Nuevo de Kim, que se emitió en la red de televisión estatal de Corea del Norte el lunes.

«Esperamos sinceramente que el sur sea el anfitrión de los Juegos Olímpicos», dijo Kim, al mismo tiempo que expresó su interés en enviar atletas a los juegos el próximo mes. «Estamos dispuestos a tomar las medidas necesarias, incluido el envío de nuestra delegación, y para ello, las autoridades del Norte y del Sur podrían reunirse urgentemente».

Más allá de la próxima competencia atlética, «ya es hora de que el Norte y el Sur se sienten y debatan seriamente cómo mejorar las relaciones inter-coreanas por nuestra cuenta y sincerarnos dramáticamente», dijo Kim.

«Sobre todo, debemos aliviar las agudas tensiones militares entre el Norte y el Sur», concluyó. «El Norte y el Sur ya no deberían hacer nada que pueda agravar la situación, y deben esforzarse en aliviar las tensiones militares y crear un entorno pacífico».

Junto con el deseo expreso de Kim de mantener conversaciones diplomáticas con Seúl, el líder norcoreano reiteró su compromiso de continuar el programa de armas nucleares de su país en medio de continuas provocaciones del presidente estadounidense Donald Trump, advirtiendo: «no es una mera amenaza sino una realidad que tengo botón en el escritorio de mi oficina» y «los Estados Unidos están dentro del alcance de nuestro ataque nuclear».

Aunque Trump aún no ha respondido a los comentarios de Kim, Yun Duk-min, ex canciller de la Academia Nacional Diplomática de Corea, señaló en una entrevista con Bloomberg que las conversaciones entre el Norte y el Sur podrían complicar la alianza entre EE. UU. y Corea del Sur y sería difícil de lograr la paz sostenible en una escala más amplia sin la cooperación de los Estados Unidos.

«Dado que Corea del Sur también participa en la campaña internacional de sanciones, no es fácil para Moon presentarse y aceptarlo antes de que Corea del Norte muestre sinceridad con la desnuclearización», dijo Yun. «Las relaciones inter-coreanas comenzarán a mejorar de manera más fundamental solo si hay un cambio en la dinámica Estados Unidos-Corea del Norte».

Aunque el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, ha expresado su deseo de entablar conversaciones directas con Corea del Norte, reiteradas declaraciones de la Casa Blanca -y del propio presidente- han socavado consistentemente tales esfuerzos al rechazar las declaraciones de Tillerson y denunciar el potencial de una solución diplomática.

«Después de no llegar a ninguna parte con los estadounidenses, Corea del Norte ahora intenta comenzar las conversaciones con Corea del Sur primero, y luego usar eso como un canal para comenzar el diálogo con Estados Unidos», dijo Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios de Corea del Norte en Seúl, le dijo al New York Times.

Traducido del inglés por Alejandra Llano