La paz no es solo la ausencia de violencia ni la estabilidad en la vida de uno o en la sociedad. La ausencia de guerra no descarta la auto destrucción, ni la ausencia de violencia en el hogar florece solo de relaciones sanas. La ausencia de violencia en las relaciones domésticas no impide que haya una relación poco sana.

Nuestro mundo está lejos de liberarse de los conflictos, pero algunas investigaciones sugieren que la economía global ha creado un tiempo de paz inigualable en términos de tasas de mortalidad total en los conflictos de los últimos cincuenta años.

Esta paz superficial ha florecido a partir de una relación tóxica, desde el robo de la estructura de la Tierra misma. Este tiempo de paz es más bien es una estabilidad temporal que ha sido alimentada por la guerra contra la Tierra; contra las estructuras, quiero decir, del cuerpo de la Tierra, sus árboles, sus aguas, sus aceites, sus rocas y minerales, sus gases. Aquí radica la definición de insostenible. Del mismo modo en que una relación sin violencia pero al mismo tiempo sin comunicación, reciprocidad y equidad está condenada a la auto destrucción. Estamos experimentando una estabilidad global temporal por parte de naciones que han dirigido sus economías sustrayendo los recursos de la Tierra.

El capitalismo actual no es pacífico, ya que la Tierra no se beneficia de la humanidad que se alimenta de su cuerpo, y por eso ahora estamos experimentando su reacción. El calentamiento global, el cambio climático, la desertificación, el aumento del nivel del mar, las enfermedades, la inseguridad alimentaria, son todas respuestas de la Tierra ante nuestras acciones. La paz no solo se logra de forma independiente por los miembros de una relación, la paz debe ser la relación en sí. Entonces, ¿cómo se explican las razones por las que los humanos han creado una economía global a base del robo a la Tierra?

Las causas de la destrucción de la Tierra a través del capitalismo global surgieron de la adicción, la avaricia, el materialismo. Los “realistas”, que irónicamente apuntarían a la necesidad de supervivencia humana, pueden intentar justificar esta forma de capitalismo global, pero no son capaces de ver la destrucción desatada en el sistema de soporte de vida del que todos dependemos. Ya que todas las acciones tienen reacciones iguales y opuestas, muchas de las personas que han sido alimentadas, alojadas y vestidas y conducidas en carros a gasolina a través de todo lo que hemos consumido de la Tierra pueden sufrir o morir de hambre, pobreza, exposición y enfermedades en el futuro cercano.

Las disciplinas espirituales ancestrales que se encuentran en las sociedades originales (indígenas) tradicionales como Lenape, son claras en su intención de mantener la reciprocidad con la Tierra. No estamos divorciados de las leyes naturales, ¿cómo podríamos estarlo? Estamos completamente hechos del cuerpo de la Tierra, sin embargo el mundo ha intentado mantener a la humanidad en grandes cantidades como si no estuviéramos atados a esa realidad. La inhabilidad de respetar las leyes naturales se debe al hecho de que la gente ha intentado crear un mundo humano al robarlo de la Tierra, por lo tanto negando que seamos parte de ella. Para crear paz, es necesario detener la guerra contra la Tierra para sobrevivir en las décadas venideras.


Lenape, que significa “el pueblo, la gente”, es el pueblo original de Lenapehoking: Nueva Jersey, Delaware, el sur de Nueva York, el este de Pensilvania y el oeste de Connecticut. www.thelenapecenter.com

Traducido del inglés por Valeria Torres