El presidente del Colegio de profesores de Chile, Mario Aguilar, señaló que aunque no le parece nada de bueno que alguien tan proclive al neoliberalismo como Sebastián Piñera haya sido elegido Presidente el domingo recién pasado, con el actual Gobierno de Michelle Bachelet tampoco hubo resultados satisfactorios para el movimiento social ni los profesores en particular. Aunque creen que el escenario será más adverso, como colectivo intentarán proponer un diálogo entre ambas partes.

Sin embargo sostiene que la unidad del movimiento social va a ser más necesaria que nunca, incluso llegando a ser el contrapeso más fuerte frente al nuevo Poder Ejecutivo, lo que determinaría eventualmente que los sectores políticos empiecen a escuchar estas demandas.

Ante la pregunta de si este escenario presidencial será más favorable para la Mesa del Sector Público, responde que eso en teoría sería así, al no contar con dirigentes cercanos al Gobierno. “Pero yo no sé qué tanta fuerza o debilidad van a tener quienes durante este Gobierno que termina fueron de una obsecuencia absoluta, total, casi parecían más funcionarios del Gobierno que dirigentes sociales, y ahora de un día para otro vayan a aparecer poniéndose al frente de las movilizaciones. Yo no sé si van a tener credibilidad. Nosotros vamos a trabajar por la unidad del movimiento, ciertamente”, afirma.

En cuanto al profesorado, dice que “me parece que las demandas son las mismas, pero evidentemente uno puede prever que se va a dar un escenario mucho más complejo, en términos de que el nuevo gobierno tenderá a ser mucho más represivo. Son hipótesis, vamos a tener que verlo en la práctica. Tampoco es que los gobiernos de la Nueva Mayoría eran tan dialogantes; nosotros fuimos muy críticos de este mandato de Michelle Bachelet. Pero si gente como José Antonio Kast cobra fuerte influencia dentro del Gobierno de Piñera, nos tenemos que preparar para un escenario difícil”, sostiene.

El presidente del Colegio de Profesores enfatiza en que están preocupados por la presencia protagónica de este último personaje político, quien, según sostiene, “tiene ribetes fascistoides muy fuertes” y correspondería a “una suerte de revitalización del pinochetismo más duro”.

En todo caso, Mario Aguilar insiste en que en el magisterio prevalecerá el diálogo que apunte tanto a demandas actuales como también históricas. Una de ellas corresponde a la deuda histórica que el Estado tiene con los profesores desde hace más de 27 años.

“Todos los temas que tienen que ver con la recuperación de una educación de verdad, integral, humanizadora y transformadora y no al servicio únicamente del crecimiento económico del aparato productivo, o sea, una educación estandarizada. Están los temas del agobio laboral. Si bien es cierto, hemos tenido avances, todavía el profesor sigue trabajando en situaciones estresantes. Y están los temas de implementación de la ley de Nueva Educación Pública y carrera docente”, explica.

Agrega que estos últimos temas se van a poner en primera línea. “En el caso de carrera docente, para hacer modificaciones y en el caso de la nueva educación pública, hay que estar muy atento con todo lo que tiene que ver con la implementación, en especial lo relacionado con las condiciones laborales y la estabilidad laboral”, sostiene.