Por Dalia Chiu

No es la primera vez que cruzo la puerta del Parque por la Paz Villa Grimaldi. La tarde está calurosa y el parque es un fresco oasis de árboles nativos, canelos, pataguas, araucarias y el viejo ombú, esa extraña figura medio árbol medio hierba que crece frente y a pocos metros del Muro de los Nombres, memorial que recuerda los 226 detenidos desaparecidos y ejecutados políticos en este centro de detención entre los años 1974 y 1978 y que hoy, Día de los Derechos Humanos, se reinaugura con la inscripción de 15 nombres más.

Sus familiares están aquí y portan claveles rojos, estamos emocionados porque como dice a la entrada de este sitio de memoria – el olvido está lleno de memoria – y, como recuerdan los sobrevivientes de este centro de tortura y muerte, los que pasaron por esta casa solariega al pie de la Cordillera de Los Andes, en la oscuridad del terror sentíamos el olor de las rosas.

El foto reportaje es también de Dalia Chiu: