Las críticas a la gestión de Mariano Rajoy y el gobierno popular del 1-O no paran desde todos los ámbitos y lugares.

La fuerza brutal de la policía y la guardia civil que vimos ayer en Catalunya; la negativa al diálogo con los diferentes actores antes, durante y después; la falta de análisis mínimamente serio; la manipulación descarada en la información desde los medios públicos… han hecho que sectores que apoyaban las posiciones sobre el referéndum del Partido Popular o se mantenían en zonas neutras, se hayan manifestado abiertamente para rechazar de plano la actuación de Rajoy y su gobierno.

Nunca hubo tantos independentistas en Catalunya ni tanta gente que quiera desligarse de la imagen que hoy está quedando del reino de España, asociada más a una dictadura que a una democracia aunque sea formal.

A este paso, va a pasar lo que ocurrió en Gran Bretaña después del Brexit, que muchos no querían pero se vieron con la salida de su país de la Unión Europea cuando lo que pretendían era protestar contra Cameron únicamente. Nadie hizo tanto por el independentismo catalán como Mariano Rajoy. Si fuera el caso que finalmente en unos días Catalunya se independiza, muchos catalanes podrán decir “Señor Rajoy, gracias a usted estamos fuera de España… aunque no queríamos”.