Esta mañana, 20 de septiembre, Cataluña ha despertado con la noticia de que la guardia civil realizaba hasta 41 registros en lugares como: las consejerías de Economía, de Asuntos Exteriores, Gobernación y Asuntos Sociales, la Administración Abierta de Cataluña, la Secretaria de Hacienda, la Dirección General de Patrimonio, todas ellas sedes del gobierno de la Generalitat, así como el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, algunos despachos profesionales y sedes de empresas que presuntamente almacenaban material para el referéndum.

Los cuerpos de seguridad también se han concentrado ante la sede del partido “Candidatura d’Unitat Popular” (CUP) uno de los partidos que lidera el proceso soberanista.

La operación ha llevado a cabo 16 detenciones entre cargos del gobierno de la Generalitat e implicados en el referéndum. También han incautado 10 millones de papeletas para el referéndum en una imprenta.

Además, el gobierno central, ha movilizado tres barcos que están anclados en los puertos de Barcelona y Tarragona con capacidad para alojar a 4.000 policías que el ejecutivo quiere movilizar para impedir el referéndum sobre la independencia de Cataluña del día 1 de octubre.

Hace una semana el gobierno catalán fue intervenido económicamente por el gobierno central, eso significa que el gobierno catalán no recibirá dinero y los pagos de funcionarios, centros educativos, hospitales, proveedores etc. los realizará directamente el gobierno central, ya que el gobierno catalán no dispondrá de dinero.

Ante todos estos ataques la ciudadanía catalana está respondiendo con una masiva movilización, con concentraciones en todo el territorio. Desde las 11h de la mañana el cruce entre las calles Gran Vía y Rambla de Catalunya, en Barcelona, se está llenando de miles de personas y banderas “esteladas” (bandera independentista de Cataluña) al grito de “las calles serán siempre nuestras” o “votaremos”. El centro de Barcelona es un rio de gente que va o vuelve de la concentración mientras los helicópteros de las fuerzas de seguridad sobrevuelan la ciudad. También en otros puntos de Barcelona y en otras ciudades de Cataluña, como Lérida o Reus se están produciendo concentraciones. Los agricultores del Maresme (una zona próxima a Barcelona) se dirigen con tractores hacia Barcelona para unirse a la concentración. Se prevé que la noche será larga.

Desde todos los medios, asociaciones, partidos políticos y ciudadanía se repite la importancia de que las concentraciones sean no violentas, de hacer resistencia pasiva y no provocar a las fuerzas de seguridad.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, acusa al gobierno central de suspender de facto el autogobierno de Cataluña y aplicar un estado de excepción. Por ello ha dicho el presidente «condenamos y rechazamos la actitud antidemocrática del Estado español». Por otro lado, las alcaldesas de Madrid, Manuela Carmena y Barcelona, Ada Colau, hacen un llamamiento al diálogo.

La situación es un ejemplo de aquel principio que escribiera el pensador Silo: “cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario”. Así cuanto más prohíbe el gobierno central que el pueblo catalán pueda definirse en las urnas sobre la independencia, más apoyo tiene del pueblo catalán el referéndum.