Conocidos los resultados de las elecciones primarias realizadas en Chile por dos de los tres bloques políticos existentes, no hubo sorpresas respecto de quienes ganarían: Sebastián Piñera por Chile Vamos, y Beatriz Sánchez por el Frente Amplio.

Los resultados indican que Chile Vamos superó con creces su convocatoria de hace 4 años, muy por sobre sus propias expectativas, lo que justifica que saque cuentas alegres. Se sospecha que la gran convocatoria fue gatillada por el debate televisivo que tuvo lugar entre los candidatos, donde todos salieron machucados. Este debate en vez de desanimar a sus huestes para participar en las primarias, terminó por generar el fenómeno inverso al que se temía.

Sin embargo, Piñera no logró acercarse siquiera al 70%, obteniendo menos del 60% y Ossandón poco menos del 30%, relegando a un tercer lugar a Kast. En concreto, Piñera parte con un buen piso dado por el casi millón y medio de votos obtenidos por su coalición, pero deberá asegurárselos antes de aspirar a ampliarlos, en especial los votos alcanzados por Ossandón cuyo discurso estuvo centrado en combatir frontalmente la corrupción.

Por el lado del Frente Amplio, los resultados indican que si bien Beatriz Sánchez triunfó con holgura sobre Mayol, le pena que la votación del Frente Amplio no creció mayormente respecto de las últimas elecciones municipales, revelando su incapacidad para atraer a quienes habitualmente no votan. A duras penas logró una votación similar a la de Ossandón. La visibilidad que le otorgó la franja electoral televisiva, y el esfuerzo desarrollado, no redituó en votos. Si no lo hicieron ahora, difícilmente lo harán en la primera vuelta presidencial de noviembre.

Quienes no participaron en estas primarias, vinculados a los partidos que conforman la Nueva Mayoría (NM), deben estar analizando con lupa los resultados: viendo con preocupación los niveles de participación en las primarias de Chile Vamos; y respirando con cierto alivio porque el Frente Amplio no parece haber logrado horadar mayormente al electorado de la NM. Pero con su no participación en las primarias ha dado una gran ventaja tanto a ChV como al FA. Si ChV no hubiese alcanzado el millón de votos en estas primarias, la NM podría haberse alzado como “la ganadora”, sin jugar siquiera.

En términos futbolísticos las primarias fueron el primer tiempo; el período que viene hasta la primera vuelta, el segundo tiempo; y de no alcanzar la mayoría absoluta ninguno de los candidatos, se entraría a un período complementario. Transcurrido el primer tiempo, los contendores se fueron al descanso con una coalición que va ganando por dos a cero, ChV, con Piñera como su capitán. Al FA parece que le faltara camino por recorrer para aspirar a la presidencia. Quizá deba focalizarse en adquirir fuerza parlamentaria, asentarse territorialmente.

Para la NM aún le queda el segundo tiempo para remontar el marcador. Para ello, en este entretiempo, necesariamente la NM debe encontrar su norte, concentrarse en lo que los une, y establecer vasos comunicantes con el FA, no solo en los objetivos que se persigan, sino en el camino a seguir para alcanzarlos.

Se está por iniciar el segundo tiempo. En política, tal como en el fútbol, dentro de ciertos límites, todo puede ser, nada está escrito de antemano, nadie puede dormirse en los laureles.