Por Denise Nanni y Milena Rampoldi, ProMosaik

Hablemos ahora de Malasia. Conversaremos con Chew Cy (Dobby), de SUARAM, quienes luchan por los derechos humanos en Malasia. La organización SUARAM, que ha estado activa en Malasia por 20 años, trabaja principalmente en temas relacionados con el abuso de poder de las fuerzas policiales, y defiende a grupos marginados que no tienen a quién más recurrir.

Promosaik: ¿Cuáles son los principales problemas relacionados con los derechos humanos en Malasia?

A grandes rasgos, el partido político que está en el poder en Malasia no respeta para nada los derechos humanos, de hecho, los violan constantemente y de manera sistemática, con absoluta impunidad. Por el lado de lo político y de los derechos civiles, se reprime la libertad de expresión todos los días. Es común que las personas que hacen algún comentario trivial, como criticar a algún político, o que no les gusta un equipo de fútbol ligado a la monarquía, sean arrestadas, detenidas y a veces torturadas. Las publicaciones impresas también son censuradas según el capricho del gobierno imperante. Las prohibiciones son azarosas y nada sistemáticas. A menudo, las personas que participan en manifestaciones y sus organizadores sufren algún grado de acoso por parte de la policía, y, el último tiempo, los arrestos masivos y la brutalidad policial se han vuelto comunes, incluso al dispersar reuniones pacíficas.

Por el lado de la economía y los derechos sociales, en muchos lugares las empresas están apropiándose de terrenos, respaldadas por el Estado y las autoridades federales. Las comunidades indígenas han sido amenazadas violentamente por las empresas y por funcionarios del gobierno. Los periodistas que estaban cubriendo esta difícil situación también fueron amenazados y arrestados.

Además de todo esto, miles de malayos, supuestamente terribles criminales y terroristas, están retenidos sin ofrecerles ningún juicio, y a través de informes de hace muchos años hasta la fecha sabemos que se tortura a los detenidos. La práctica generalizada de la tortura ha llegado, en muchos casos, a que los policías golpean y torturan a los detenidos hasta matarlos.

Otro ámbito importante en el que se violan los derechos humanos es la amenaza y acoso constante a los refugiados y las personas que solicitan asilo. Ya que no tienen ninguna forma de protección legal y los miembros del gobierno se niegan obcecadamente a reconocer su existencia, a menudo deben recurrir al lado más oscuro de la economía de Malasia, trabajando en condiciones inhumanas y ganando poco y nada, explotados violentamente.

Promosaik: ¿Cuáles son las principales campañas de SUARAM?

Actualmente SUARAM lidera la campaña en contra de las detenciones sin juicio en Malasia, y cumple la función de secretaría para la coalición en contra de la Ley de Sedición de 1948 (la Coalición se llama Gerakan Hapus Akta Hasutan, GHAH en malayo, que se traduce aproximadamente como “la coalición por la abolición de la Ley de Sedición”). En esta campaña, SUARAM ha apoyado y ayudado legalmente a las víctimas de violaciones de derechos humanos siempre que ha sido posible, y ha ayudado a que se libere a los individuos que han sido detenidos ilícitamente.

Además de liderar esta campaña, somos miembros de la coalición de la campaña CAT4CAT. Con la colaboración de la Comisión de Derechos Humanos de Malasia, los abogados de Malaysian Bar y otras organizaciones, esta campaña busca que Malasia ratifique la convención de la ONU en contra de la tortura. También trabajamos por la ratificación del ICERD; somos miembros del grupo de trabajo de esta convención.

Promosaik: ¿Cuál es la situación actual en cuanto al tráfico de personas, y cómo abordan este problema?

Por ahora, SUARAM ofrece ayuda y apoyo a las víctimas de tráfico humano a través de organizaciones aliadas y líderes comunitarios. La ayuda puede consistir en entregar información y capacitación relevante para las comunidades que lo necesitan, apoyarlos si los arrestan, hacer seguimiento de la situación e informar a los mecanismos de apoyo regionales o internacionales y también ayudar con las referencias del ACNUR.

Hasta ahora no hay una base legal a nivel nacional que permita litigar en los temas de tráfico de personas, por lo tanto, los abogados no pueden ayudar demasiado.

Promosaik: ¿Cómo ayudan a los refugiados y a las personas que solicitan asilo?

La sede de SUARAM en Penang (en el norte de Malasia) le ofrece ayuda directa y apoyo a los refugiados y a las personas que solicitan asilo y está en coordinación con una coalición que lucha en contra del tráfico de personas en la región del norte de Malasia (Penang Detengamos el Tráfico de Personas); la principal ruta de tráfico de personas pasa por esa región. En nuestra sede central en Kuala Lumpur trabajamos con el ACNUR y otras organizaciones aliadas para ofrecer ayuda y apoyo a los refugiados y personas que solicitan asilo y para apoyarlos si la policía los arresta o cuando hay detenciones ilícitas.

Promosaik: ¿Ustedes cooperan con otras asociaciones por los derechos humanos a nivel nacional o internacional? ¿Si es así, en qué consiste esa cooperación?

SUARAM es miembro del Forum-Asia, de la FIDH, y a menudo participa en defensas legales mediante organizaciones aliadas, a nivel regional e internacional. SUARAM también presenta informes y avisos urgentes a las organizaciones de la ONU que corresponda y participa activamente en reuniones regionales, tales como el foro ASEAN Peoples’ Forum.

Además de defender estas causas, SUARAM coopera estrechamente con otras organizaciones internacionales como Front Line Defenders para ayudar a las personas que defienden los derechos humanos en Malasia; colaboramos con otras organizaciones internacionales que hacen seguimiento de la situación de los derechos humanos, y ayudamos a nuestros camaradas y amigos que están trabajando en otros países que necesitan apoyo.

Traducido del inglés por Emilio Stanton