«Ni son todos los que estaban ni estaban todos los que son».

Este fin de semana del 15 y 16 de octubre ha tenido lugar en Madrid, la reunión de UBIE (la red de renta básica incondicional europea).

Organizado por la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad, ha significado un hito –en cierta medida- desperdiciado.

Invitados a organizar este evento por parte de la UBIE,  la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad ha utilizado su posición para imponer el punto de vista de alguno de sus miembros y ha perdido una oportunidad histórica.

¡Qué positivo hubiera sido que, aprovechando que se ha celebrado este encuentro europeo por primera vez en España, hubieran generado un ámbito inclusivo, en el cual todos y cada uno de los colectivos hubieran tenido lugar y hubieran podido trabajar de modo horizontal, como corresponde a los tiempos que vivimos! Teniendo en cuenta, además, que ha dejado fuera a colectivos que están desarrollando un trabajo permanente por dar a conocer la renta básica en distintos ámbitos, resulta cuando menos sorprendente.

Ha sido curioso también ver cómo han invitado a organizaciones políticas que incluyeron la renta básica en su programa electoral y que lo abandonaron, suponemos que por oportunismo electoral ante la crítica de parte de sus miembros, mientras han dejado fuera a quienes lo han mantenido siempre.

¿Han hecho lo que denunciaban durante la etapa preparatoria de este encuentro, es decir, que han querido ‘llevarse el gato al agua’? Ellos son quienes saben, nosotros concluimos que en este encuentro ni han estado todos los que defienden la RBUI ni todos los que han estado la defienden en la práctica.

Esta forma de funcionar ha generado hechos discriminatorios. En el caso de que hayan sido intencionados, no sólo estaríamos hablando de mala fe y protagonismos desbordados, sino de una falta grave de visión de proceso y de conjunto.

Por otro lado, el hecho de que la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad decidiera poner como prioridad en su trabajo el reclamo del cumplimiento de la Carta Social Europea, mezclándola con la renta básica incondicional, echa fuego a la confusión generada por partidos, organizaciones y personajes varios interesados en mezclar renta básica universal con rentas mínimas de distinto pelaje.

El cumplimiento de la Carta Social Europea es vital pero corresponde, a nuestro modo de ver, a un campo de interés y trabajo diferente.  Mientras que la renta básica habla de humanismo y el derecho inherente de toda persona a acceder a la riqueza que es de todos, el otro, el de la Carta Social Europea, el de las rentas mínimas se centra en el humanitarismo y la ayuda condicionada y “caritativa” de gobiernos e instituciones, ante quienes hay que demostrar que sé es pobre, que se quiere trabajar y no se puede, convirtiéndote muchas veces en sospechoso cuando no criminalizado socialmente.

¡Qué bueno sería que la Marea Básica volviera a reclamar aquello que le dio origen: una renta básica universal e incondicional!