El pasado 17 de septiembre se presentó, en la librería Síntesis de Barcelona, el primer libro de la colección “las místicas”, con un ejemplar que contiene estudios sobre Teresa de Ávila, Hildegarda de Bingen, las Beguinas y Maria Magdalena. Se trata de una colección que pretende dar visibilidad a la mística femenina de diferentes épocas, espiritualidades y territorios. Las mujeres que han desarrollado un trabajo en este campo, como las de otros muchos campos, han sido ignoradas, desprestigiadas, perseguidas, encarceladas, asesinadas y olvidadas por la historia.

El libro se ha escrito desde la mirada de buscadoras espirituales, de estudiosas de la mística y practicantes de la espiritualidad del mensaje de Silo. Las autoras explicaron sus trabajos y la relación que estos tenían con su propia experiencia en la práctica de su ascesis.

En diferentes místicas, de diferentes épocas y corrientes pueden observarse experiencias similares, puede reconocerse un recorrido, unos pasos, un camino parecido, aunque las explicaciones de cada practicante sobre las experiencias sean distintas. Unas hablan de dioses, muchas del amado, algunas del vacío, otras de arrebatos, varias de grandes comprensiones… pero en todas se reconoce una experiencia común, el roce con algo muy profundo, indescriptible e innombrable que existe más allá de nuestro yo cotidiano y con el cual podemos conectar mediante estas prácticas.

Para Teresa de Ávila, el alma es un castillo que está formado por siete aposentos o moradas concéntricas, cada una incluida en la anterior. Ella propone un viaje a lo profundo hacia la morada situada en el centro del castillo. En esa morada central existe una gran luz, como un sol y en ella se produce la mayor comunicación interna, la experiencia mística. La literatura religiosa universal está plagada de numerosos relatos acerca de estos fenómenos de iluminación, una luz que en ocasiones también se comunica con el practicante. Teresa lo describe con estas palabras:

“Es un secreto tan grande y una merced tan subida lo que comunica Dios allí al alma en un instante, y el grandísimo deleite que siente el alma, que no sé a qué lo comparar…”

Hildegarda de Bingen describe su experiencia en estos términos:

“[…] del cielo abierto vino a mí una luz de fuego deslumbrante; inundó mi cerebro todo y, cual llama que aviva pero no abrasa, inflamó todo mi corazón y mi pecho, así como el sol calienta las cosas al extender sus rayos sobre ellas. Y, de pronto, gocé del entendimiento de cuanto dicen las Escrituras.”

Pilar en un momento de la presentación

Imagen de René Gomez

Estas mujeres crearon una nueva forma de espiritualidad basada en el sentimiento del amor. En todas ellas se observa un fuerte deseo de unirse con el amado, con la divinidad, como motor de su experiencia. Se trata del Amor que eleva, que despierta, que da sentido y conduce a la Unidad. Maria Magdalena, en sus evangelios, habla del amor y de como con el amor se puede trascender la muerte. Hadewijch de Amberes se preguntaba sin cesar ¿Qué es el amor?:

“Diré por tanto sólo esto: que deseaba gozar plenamente de mi Amado, conocerle y saborearle sin reservas, sentir el gozo perfecto de su humanidad con la mía, y que la mía se estableciera en la suya […].”

Analizando las épocas en las que vivieron estas mujeres, las autoras observan mucha similitud con la época actual: crisis personales, sociales, económicas e institucionales. Son momentos en los que las creencias y las referencias se derrumban, la mezcla de culturas produce choques difíciles de contener, la desorientación es muy grande y el futuro es incierto. En esta situación, que afecta tanto a individuos como a sociedades, aparece la necesidad de encontrar referencias y surge una fuerte efervescencia mística.

Estas mujeres viajan a lo más profundo de la conciencia, del corazón y de la mente a buscar ese Amor que las completa, esa Libertad perdida, esa Fuente divina que las inspira. Observamos que se trata de mujeres más libres que en otros momentos de la historia, sin duda más receptivas a la señal de lo Profundo y sobretodo más dispuestas a vivir en la simplicidad y la autenticidad su experiencia del Amor con la divinidad. Hildegarda Von Bingen dice: “Vivimos una época femenina”.

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Imagen de René Gomez

Las místicas está editado por la editorial León Alado, escrito por Claudia Sale, Claire Cabé y Pilar Paricio con portada de Raquel Paricio.