Resolución especial del TPPCGIO sobre el imperialismo estadounidense y la
presencia de Obama en España.

El Tribunal Permanente de los Pueblos Contra la Guerra Imperialista y la OTAN, reunido en sesión
plenaria el 19 de Junio de 2016 en Madrid, ha tomado en consideración el “Informe sobre el
imperialismo estadounidense y la presencia de Obama en España”, preparado por miembros del
Tribunal, y ha querido elaborar y aprobar la siguiente resolución especial, basada en el contenido de
dicho informe.

EE.UU. ha sido a lo largo de su historia una potencia imperial, es decir, se ha impuesto a otras
naciones por medio de la fuerza militar, política y económica. EE.UU. ha intervenido en más de 200
acciones de injerencia, desestabilización y agresión militar. Construye su imperio en base a la
hegemonía militar; cuenta con entre 700 y 1.000 bases militares, distribuidas en 100 países en los
cinco continentes; dispone de armamentos y tropas para actuar masivamente en cualquier lugar del
mundo y su presupuesto militar es el 41% del total mundial. Además, cuenta con el mando supremo
de la OTAN, estatutariamente bajo su dirección, lo que le confiere el mando militar sobre 28 países,
entre los que se incluyen los más desarrollados del mundo.

La política imperialista estadounidense es extraordinariamente pragmática. Mantiene alianzas con
Estados y actores violadores de los principios que él establece (Israel -pieza fundamental del
dominio imperialista estadounidense-, Arabia Saudí, fuerzas paramilitares, grupos fascistas, etc.) al
tiempo que criminaliza y acosa a quienes de hecho sí comparten tales principios, como es
actualmente el caso de Rusia; todo ello con el único objetivo de defender sus intereses.

En este marco general, Barack Obama asume la Presidencia de los EE.UU. en Enero del 2009; el
cargo implica la comandancia y jefatura del ejército y el mando sobre el comandante en jefe de la
OTAN. En su equipo presidencial recoge a destacadas personalidades belicistas y declara la
necesidad de “un nuevo esfuerzo para renovar la posición de EE.UU. en el mundo”. Pese a todo se
le concede en Octubre de ese mismo año el Premio Nobel de la Paz por una mera declaración de
intenciones, ya que en sus primeros meses de mandato se comprometió a desmantelar la prisión de
Guantánamo y a llevar un programa de acercamiento con los países árabes.

Sin embargo, los dos mandatos de Obama se han caracterizado por un proceso de rearme y una
constante escalada injerencista. Ha aumentado la capacidad bélica de la OTAN, su expansión
territorial y sus presupuestos; se ha hecho uso intensivo, y apenas supervisado, de drones que llevan
a cabo ejecuciones extrajudiciales (firmadas una a una por Obama) con total impunidad y
arbitrariedad, aumentando al mismo tiempo el número de víctimas no combatientes; han aumentado
la injerencia, las guerras económicas y mediáticas y los golpes de Estado blandos, y la utilización de
ejércitos interpuestos en todas las zonas de conflicto; se han diseñado e implementado estrategias
regionales de desestabilización para hacerse con el control y dominio de extensos territorios e
incluso de continentes, y estrategias de acoso para la eliminación de cualquier resistencia a su
hegemonía.

Esto supone el abandono de la lógica de la disuasión y supone activar la carrera armamentística. La
efectividad de dicha carrera, por otro lado, ha sido puesta en duda por numerosos especialistas a
pesar de lo cual se corren todos los riesgos derivados de esta escalada militarista, se asume el
recorte de libertades y derechos democráticos que ello implica, extendiendo al conjunto de la
sociedad la opacidad y arbitrariedad propias del ámbito militar, y se gastan miles de millones de
dólares en este sistema. Por todo ello se puede constatar que la presidencia de Barack Obama, como
las de sus predecesores, ha tenido un marcado carácter belicista, sirviendo a los intereses del
imperio estadounidense y ha supuesto un aumento del sufrimiento humano y del riesgo para la vida
en el planeta.

En este momento la posición geoestratégica de España y su doble vínculo EE.UU.–OTAN, hace de
su territorio una pieza clave de la estrategia imperialista de EE.UU. y sus aliados. Esto se pone en
evidencia en el creciente papel en la estructura militar EE.UU.-OTAN en nuestro país,
concretamente en las instalaciones militares de Torrejón (CAOC), Rota (escudo antimisiles), Morón
(fuerza de intervención inmediata y AFRICOM) y Bétera (Fuerza de Muy Alta Disponibilidad).

Asimismo, conviene recordar que en los meses de Octubre y Noviembre de 2015 se realizaron las
maniobras Trident Juncture, las más relevantes organizadas hasta la fecha, y la mayor parte de este
ejercicio militar tuvo como escenario el territorio español.

Toda esta estructura no obedece a ningún interés nacional, se trata exclusivamente de servir a los
intereses del imperio norteamericano. Nuestra condición es de dependencia y sometimiento, la
seguridad y la soberanía nacional están siendo entregadas sin que se esté ofreciendo la más mínima
resistencia. Esta pasividad contrasta con la potente resistencia que el imperialismo estadounidense
encuentra en otras regiones del globo; sin embargo, los medios de comunicación, y nuestros
políticos con su actitud, se están encargando de minimizar su importancia y ocultar tanto las
consecuencias del imperialismo como los fenómenos de resistencia, para lograr la aceptación pasiva
de la población.

El TPPCGIO llama a otras organizaciones, colectivos y personas a difundir y apoyar su resolución y
a participar en las acciones de protesta en contra de la sumisión a los dictados de Estados Unidos
que se puedan convocar. Asimismo, recuerda a los Gobiernos y Autoridades concernidos, y que
pueden estar tentados de hacer uso de sus aparatos represivos, que tienen la obligación de respetar y
garantizar el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales, especialmente la libertad de
expresión, y los derechos de reunión y asociación.