“Solo levantando la cultura de la solidaridad y la comunicación, vamos a poder construir una sociedad mas humana, y dejar atrás esta enfermedad que termina en asesinatos”.

Tras la masacre del pasado fin de semana en Orlando, Estados Unidos que dejó 49 muertos y mas de medio centenar de heridos, el vicepresidente del Partido Humanista, Tomás Hirsch, aseguró que este tipo de actos es visto normalmente desde el sistema como, “hechos asilados” dentro de un mundo “cuasi perfecto o feliz”.

El vocero internacional del humanismo agregó que “el sistema nos hace creer que el problema está solamente en la cabeza de este asesino en serie, sin embargo, no se comprende, que son expresiones o manifestaciones de una sociedad profundamente violenta. Basta con revisar la prensa, y nos encontraremos que el mismo día de la matanza de Orlando, se produjeron innumerables actos de violencia en el mundo entero”.

Hirsch asegura también que nuestro país también está inserto en este tipo de actos, “estamos en una sociedad enferma de violenta. La represión y brutalidad con la que actúa Carabineros, están presente todos los días y bien lo saben los mapuches, los estudiantes, los profesores, o la actriz que sufrió un aborto tras sufrir la fuerza policial”.

“Cuando los humanistas hablamos de construir la cultura de la no violencia, no estamos hablando del romanticismo, estamos hablando de la supervivencia del ser humano que tiene que ver con la construcción de una ciudad futura”. La no violencia activa, no es solamente levantar los dedos en un símbolo de paz, sino de la manera que confrontamos la violencia, de manera activa y decidida, pero por la vía de la No violencia”.

Hirsch enfatiza en que “solo levantando la cultura de la solidaridad y la comunicación, vamos a poder construir una sociedad mas humana, y dejar atrás esta enfermedad que termina en asesinatos, en suicidios, en violencia intrafamiliar y en tantas formas terribles de convivencia y violencia que tenemos en nuestro país. Internalicemos la cultura de la no violencia en nuestras propias vidas”.

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